UN UNIVERSITARIO MÁS DEL EXILIO
Jesús Bozal Alfaro
Nuestro trabajo tiene como objetivo dar a conocer la
presencia de Manuel García Sesma (Fitero, 1902-1991) en el mundo de la
enseñanza del exilio, sus experiencias docentes, tanto en España como en
Francia y México, así como algunas de sus ideas pedagógicas, inspiradas
principalmente principios educativos de la Institución Libre de Enseñanza,
fundada por Francisco Giner de los Ríos.
La primera parte de este trabajo está destinada a estudiar el
contexto social y cultural en el que se desarrolló tanto su infancia, como su adolescencia
y su juventud. La segunda parte estará dedicada a su experiencia docente: enseñanza
en España (Tarazona, Madrid), Francia (clases colectivas gratuitas en los
campos de concentración franceses de Saint-Cyprien y Gurs, y clases como
profesor-lector en el Liceo francés “Yolande d´Anjou” de Saumur), y
México. Terminaremos este trabajo poniendo de relieve algunas de las grandes
líneas de su pensamiento en materia de pedagogía, así como sus aportaciones
personales: teóricas y prácticas.
En la revista Caudal (CAJA
DUERO) se publicó no hace muchos meses un artículo, Aprender en el
exilio, que hacía referencia a la Exposición, “Los colegios del exilio en México”, organizada por la Institución
Libre de Enseñanza. Allí se recoge el testimonio de una alumna del Colegio
Madrid que, refiriéndose al profesor Santaló, afirma:
Las
palabras del profesor Santaló me impactaron mucho. El era un catedrático de
Astronomía que tuvo que dar clases particulares y enseñar en el colegio para
salir adelante. (…) Personas como él, que tuvieron que empezar de nuevo y que,
aunque eran eminencias, viajaban en autobús para llegar a sus clases, nos
enseñaron a convivir, nos transmitieron una ética vital. (CAUDAL, Caja Duero)
Este
sería justamente el caso de Manuel García Sesma, profesor durante años en ese
mismo colegio. Profesor de enseñanzas medias en España, mientras terminaba sus
estudios universitarios,[1] nunca
dio clases en ninguna Universidad,[2] pero
sí tendría, a nuestro juicio, el derecho a ser considerado, como veremos más
adelante, como un universitario más del exilio.
Manuel
García Sesma, como tantos otros profesores españoles exiliados, además de poner
en práctica sus ideas pedagógicas, contribuyeron a potenciar la cultura
mexicana.
I.- INFLUENCIAS DEL CONTEXTO
SOCIO-CULTURAL EN LA FORMACIÓN DE LAS IDEAS PEDAGÓGICAS DE MANUEL GARCÍA SESMA.
Manuel García
Sesma nació en Fitero (Navarra), un 10 de Enero de 1902. En aquellos inicios
del siglo XX, aquel pueblo, muga con Castilla, no tenía nada de especial, si
exceptuamos su magnífico monasterio cisterciense de Santa María la Real. Sus
habitantes compartían las mismas dificultades (pobreza, analfabetismo,
indefensión, injusticia) que la mayoría de sus compatriotas vascos, andaluces,
… Empero, en aquel duro contexto humano, un niño, Manuel García Sesma, que
destacaba ya en la escuela, obteniendo
los primeros premios de cada fin de curso, siguió haciéndolo en el seminario de
Tudela (Navarra), de 1913 a 1923, y, más tarde, en cuantas ciudades y países
vivió una “vida novelesca y aventurera”, como él mismo la calificaría.
(Fitero-2004).[3]
Botones de los
Baños de Fitero, donde pasó largas temporadas con su padre, pocero de los
mismos, fue seguramente el mejor lector de su magnífica biblioteca, gracias
probablemente al director de aquel establecimiento, Don Alberto Pelairea
Garbayo, poeta, vasco de nacimiento (Bilbao, 1878 – Fitero, 1939) y navarro de
corazón. Aquella coincidencia marcaría su vida, como la marcó seguidamente su
estancia en el Seminario, en el que tuvo tiempo suficiente (1913-1923) para estudiar a fondo, en latín y en griego,
la obra de los grandes autores clásicos.
Además,
mientras acumulaba conocimientos y experiencias, iba forjándose una visión
profundamente humanista de la vida, que él quiso poner al servicio de los
demás. Así, mientras estudiaba, publicaba – muchas veces con seudónimos, para
no ser reconocido (El Caballero X,...) - artículos de temática diversa en la
prensa tudelana (El Porvenir Agrícola,[4]
El Ribereño Navarro), en los que siempre ponía por delante su sentido de
la justicia.
Aquel hombre
culto, defensor de la justicia, conmovido por el triste final de Antonio Machado[5], superdotado
intelectualmente, entendía su discurso de la justicia como un compromiso con su
pueblo.
Así que, cuando, tras su paso por Tarazona y Logroño, se
instala definitivamente en Madrid, 1927, no dudaría en sumarse a la corriente
intelectual que se afanaba en hacer triunfar los ideas de progreso que se
pondrían en práctica durante la II República. Durante aquella época, además de
sus tareas docentes, fue colaborador de El Socialista[6] y vocal del Ateneo
de Madrid, siendo Fernando de los Ríos su Presidente (1934-1935).
El nacimiento de
la República y su defensa posterior le ocuparon hasta el momento de la
sublevación de 1936. Así lo cuenta él mismo:
Terminado el
servicio militar, me trasladé a Madrid, donde me coloqué primeramente como
profesor en un Colegio libre de Segunda Enseñanza, propiedad de don Atilano
García Albericio, tío carnal de los hermanos García Lahiguera. Estaba en la
Costanilla de los Angelès. Con posterioridad di clases de diversas materias en
otros colegios, especialmente en la Academia Regina de la Plaza de Santo
Domingo, y en el Instituto Matemático de la calle de Preciados, dedicado a la
preparación a ingreso en las Escuelas de Ingenieros. Entretanto hice por libre
el Bachillerato, conforme al plan de 1903, terminándolo en el INSTITUTO GOYA de
Madrid, y la carrera de Magisterio, que acabé en la ESCUELA NORMAL de
Santander. Más tarde, en octubre de 1934, ingresé en la Facultad de Filosofía y
Letras de la Universidad Central de Madrid, sacando el número 2 entre 600
aspirantes. Aún recuerdo el tema que desarrollé en el examen escrito: "La
desvalorización de la vida como tema literario".
II.-
Experiencia docente: España, Francia, México.
Su primera
experiencia docente la tuvo, según su propio testimonio, en Tarazona (Zaragoza)
y, a continuación, en Madrid. Pero de ninguna de las dos quedan más referencias
que los nombres de los colegios ya citados. Por otra parte, el estallido de la
guerra civil supuso para él, y para todos, un paréntesis imprevisto en su carrera
docente.
LABOR PEDAGÓGICA DURANTE LA
GUERRA CIVIL (1936-1939) Y EN LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN (SAINT-CYPRIEN Y
GURS).
De sobra es
conocido, que, durante la guerra, se siguieron realizando, en los distintos
frentes de combate, cursos de alfabetización. Manuel García Sesma participaría
seguramente en ellos. Pero sería una vez terminada la guerra, durante los
primeros meses de exilio en los campos de concentración de Saint-Cyprien[7]
y Gurs, [8]
en donde él y otros profesionales de la enseñanza organizaron, con el apoyo de
las diferentes organizaciones sindicales españolas (FETE) y francesas, cursos para
todos los concentrados españoles que así lo deseaban. De ahí surgieron los
barracones de la cultura en los que grupos de maestros impartían clases de cultura
general, idiomas, etc. En definitiva, el espíritu de la Universidad española
seguía funcionando en los campos de concentración.
BOLETÍN DE
INFORMACIÓN DE LOS PROFESIONALES DE LA ENSEÑANZA
En algunos de
los números de ese Boletín (26, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 33, 34, 35 y 36), cuyo
contenido ha dejado resumidos Manuel García Sesma, nos encontramos con algunos
datos de interés.
En el número 23
se publica una relación de Delegados de la Comisión de ayuda a los
Profesionales de la Enseñanza en diferentes Campos:
Antonio Garcó
[9] en
Argelès-sur-Mer; Pedro Atienza, en Agde;
Pedro Rodríguez, en Barcarès; Alejando
López, en Septfonts; y Emilio García Rovira, en Bram.
En el número 25 (30 de abril de
1939), se da cuenta del nacimiento y funcionamiento de esos cursos:
Informe del compañero Ramón Ramírez (comunista). En
México, llegó a ser más tarde Catedrático de Economía de la Universidad
Nacional Autónoma). Empezó diciendo que la Comisión de Ayuda a los
Profesionales de la Enseñanza del Campo de Saint-Cyprien se constituyó como una
delegación de nuestra sindical FETE (Federación Española de Trabajadores de la
Enseñanza.) Llegaron a figurar en nuestras relaciones 330 compañeros (muchos no
eran maestros, sino profesionales de distintas clases), y empezó a funcionar la
“Hoja de Información”, germen del Boletín de los Profesionales de la Enseñanza.
Resumiendo:
hemos llegado a ser la única expresión intelectual de los campos.
Las
actividades desarrolladas por aquellos grupos de maestros, profesores, profesionales
de los muy distintos campos de la ciencia, arquitectura, etc. no eran sino el
preludio de la gran labor docente que muchos de ellos, y otros, iban a seguir
desarrollando en México.
Enseñanza
impartida en unas condiciones que el mismo Manuel García Sesma estudia en
ensayo inédito, Apuntes para un ensayo
sobre la Psicología del campo de
Concentración. En él, además de describir con maestría aquel contexto
humano de los campos, García Sesma aborda la importancia de la cultura (como
terapia, muchas veces, contra la angustia) en esos mismos campos. Para él, la cultura
comprendía la práctica del deporte (fútbol, ajedrez, gimnasia, danzas, bolos,
maniáticos de la gimnasia), la artesanía (anillos, aeroplanos,...); la
literatura (periódicos murales, revistas, poesías, novela, cuento, diarios,
memorias, cartas), en cuyas manifestaciones dejaban clara la amargura
(agresividad, humor, desolación y desesperación) en la que vivían; el arte
(dibujo, caricatura, pintura); el folklore (canciones, música, cuentos, chistes,
bailes); y la acción didáctica (escuelas, autodidactismo, lingüismo).
Pero todos no pudieron
soportar esta situación:
A los dos
meses de entrar en Saint-Cyprien, contemplé yo asimismo otro caso
impresionante: el de M. P., catedrático universitario de la Facultad de Derecho
y ex vocal del Tribunal de Garantías Constitucionales de la República
Española. Gracias a la solicitud del
Comité Británico de Ayuda a España, pudo ser internado a tiempo en una casa de
salud. [10]
Las experiencias
pedagógicas en los Campos de Concentración forman parte también de la Historia
de la Enseñanza en la España del siglo XX.
EXPERIENCIAS PEDAGÓGICAS EN FRANCIA.
Collège Yolande d´Anjou de Saumur.
El exilio
significó para los intelectuales republicanos españoles el inicio de una nueva
vida. La lengua, la cultura, el cambio de país obliga al exiliado a una
adaptación rápida. Sobre todo, cuando se llega a la conclusión de que el exilio
puede convertirse en una situación permanente. Manuel García Sesma, que había
expresado, a su paso por la frontera, un cierto alivio, convirtió la lengua
francesa[11] en su mejor vehículo de
adaptación a su nueva realidad cultural, que le permitió, años más tarde, ver
publicadas colaboraciones periodísticas en L´Espagne
Républicaine (L´Art français en Espagne” en 12 capítulos), un ensayo (Le Secret de Marceline Desbordes-Valmore,
Albums du Crocodile, Lyon, 1945), etc. Su empeño por integrarse en la sociedad
francesa obtuvo sus frutos. Gracias a un relato, Le Collège Yolande d´Anjou, fue nombrado por la Universidad de
Rennes profesor adjunto (répétiteur) en dicho colegio:
Precisamente
por una "nouvelle", titulada Une leçon au Collège Yolande pasé de
oscuro peón de pico y pala de la empresa Pichon et ses Fils., en el
"quartier des Ponts" de Saumur, a profesor del Collège Classique,
Moderne et Technique de la misma ciudad.
Resulta que,
al abandonar los alemanes el Saumurois, no sólo dinamitaron La Perrière, sino
que volaron 51 puentes del M. et L. y sembraron de minas los campos para que se
mataran los campesinos. (..) Yo me quedé
en libertad, pero sin trabajo, sin dinero y completamente aislado. Para subsistir me puse a hacer la vendimia
con unos campesinos de Saint-Cyr-en-Bourg; a continuación trabajé en un
aserradero de Brèze; luego en la limpieza del Colegio de señoritas “Yolanda de
Anjou”, que había servido de cuartel general de los nazis en Saumur y, por fin,
en el descombro del puente de esta ciudad sobre el Loira, desmantelado por un
bombardeo. Entonces se me ocurrió
escribir la citada “nouvelle” y dedicar una copia a Mme. Dezaunay, directora del “Collège de Jeunes Filles”, a la que
sólo conocía de nombre, y el efecto fue fulminante. Tres semanas después la
Universidad de Rennes me nombraba profesor del Collège de Garçons, dirigido por
Mr. Georges Espagnet.
Sería
precisamente en ese ensayo, Le College
Yolande d´Anjou, en donde Manuel García Sesma dejara constancia de su ideario
pedagógico.
EXPERIENCIAS PEDAGÓGICAS EN MÉXICO
A su llegada a México, el 1 de agosto de 1947, vía Nueva York, reclamado,
con toda probabilidad, por el catedrático de Filosofía de la Universidad
Central de Madrid, D. Agustín Mateos Muñoz, Manuel García Sesma comenzó dando
clases en el Colegio Franco-Español de la capital azteca, como lo atestigua un
certificado que expide su director, en 1959, Roberto Carriedo Rosales:
Lic. Roberto
Carriedo Rosales, Director del Colegio Franco-Español, ubicado en la Avenida
Miguel Ángel de Quevedo nº 287.
Certifico: Que el
profesor Manuel García Sesma,, ha venido prestando ininterrumpidamente sus
servicios en este Plantel desde mil novecientos cuarenta y siete y que ha
cubierto siempre los impuestos correspondiente (Cédula cuarta), los cuales le
han sido y son descontados mensualmente por la Administración del Colegio.
En fe de lo cuál
firmo la presente declaración en México Distrito Federal a catorce de
septiembre de mil novecientos cincuenta y nueve.
Otro
testimonio de la presencia de Manuel García Sesma en México, como profesor de
enseñanzas media, lo aporta el Académico de la Historia de México, Andrés Lira,
en su libro, Cincuenta años de exilio español (UNAM), en el que cuenta su
relación, como alumno, con profesores españoles del exilio: José Miranda, José
Gaos, y su profesor de tercero de secundaria, Manuel Zesma:
Mas tarde, en 1956-57, tuve como maestros a don Manuel Zesma, hombre de
bondadosa índole, a quien en tercero de secundaria (1956) le tocó sufrirnos en
la clase de etimologías griegas, latinas y nahuas del español de México (curso
al que se redujeron los de etimología cuando implantó el llamado “bachillerato
único”). El maestro Zesma es – espero que aún viva – de origen navarro. (…)
Hombre además de sabio, esforzado; literalmente batalló contra grupos de ese
Colegio Franco-Español, durante 1957, en un curso de actividades estéticas,
tratando de acercarnos a algunas manifestaciones de la cultura, pero para mal
de nosotros y decepción de él, perdió esta lucha, ya que entonces éramos unos
barbajanes dispuestos más a las bromas de mal gusto que a cualquier otra cosa.
De su estancia en México, Manuel García Sesma nos habla
en su autobiografía (FITERO, 1984):
Al arribar a
ella sólo tenía 5 dólares en el bolsillo y una sola persona conocida, don
Agustín Mateos Muñoz, ex‑catedrático de Filosofía de la Universidad Central de
Madrid. Una semana después ingresé como profesor en el Colegio Franco‑Español,
donde también daba clases mi amigo. Para regularizar mi situación académica,
como no tenía dinero para revalidar mis estudios de España, acudí al recurso de
presentar en la Facultad de Filosofía y Letras de la U.N.A.M. (Universidad
Nacional Autónoma de México), exámenes extraordinarios de capacitación
magisterial lingüística, los cuales no costaban entonces nada. De esta manera
obtuve autorización oficial para la enseñanza de Latín, el 23 de noviembre de
1948; de Francés, el 3 de diciembre de 1948, y de Etimologías latinas y griegas
del español, el 4 de julio de 1949.
Comenzó, pues, dando clases en el Colegio Franco-Español,[12] en
el que también daba clases Agustín Mateos Muñoz.[13] Pero,
como él mismo reconoce, sin posibilidades de convalidar sus estudios en España,
se vio obligado a buscar otra salida mediante exámenes de capacitación que
organizaba la UNAM. Así fue cómo consiguió regularizar su situación como
profesor. Dificultades, todas ellas, que le habían venido persiguiendo desde el
principio, como consecuencia de la guerra y del exilio. De todas las maneras,
gracias a su capacidad para adaptarse a situaciones extremas, conseguía, una
vez más, introducirse en el mundo de la enseñanza, aunque fuera en centros de
secundaria.
Según los datos que hemos podido recoger hasta el momento, Manuel García
Sesma habría impartido clases en:
a) Colegio Franco-Español: 1947- 1960. b) Academia Hispano-Mexicana
(noviembre de 1949). c) Colegio Madrid [14]
(noviembre, 1954-1955). d) Instituto Mexicano Universitario (C/ Durango). e)
Colegio Franco-Español de México (1960). f) Colegio Franco-Inglés. Se conserva
un cuestionario para el segundo examen semestral de lengua y literatura
españolas (curso académico, 68-69).
REGRESO A ESPAÑA
Tras veintiséis años de exilio en México (1947-1973), Manuel García Sesma
abandonó aquel país tan discretamente como llegó, renunciando incluso a la
pensión que le correspondía. Su instalación definitiva en la Residencia San
Raimundo de su pueblo natal supuso el inicio de la etapa final (17 años) de su
vida, que llenó escribiendo sobre los temas más variados. Pero, como ha ocurrido
en tantos casos, el exilio no concluyó ni siquiera con su muerte física.
III.- LÍNEAS DE PENSAMIENTO EN
MATERIA PEDAGÓGICA. APORTACIONES PERSONALES: TEÓRICAS Y PRÁCTICAS.
Las ideas pedagógicas de Manuel García Sesma tuvieron mucho que ver con
el contexto social en el que transcurrió su infancia. Para él la educación
debería de servir para elevar el nivel cultural de las clases menos
favorecidas. Sus ideas coincidían así con las de la Institución Libre de
Enseñanza, puestas en práctica, entre otros, por Antonio Machado.
Esas ideas de libertad, tolerancia, contacto con el alumno, fueron
desarrolladas por él mismo a lo largo de su experiencia como profesor en
España, en Francia y en México. Pero, incluso antes de ponerlas en práctica, ya
la había avanzado en artículos periodísticos, ensayos, etc.
A.- CULTURA Y PUEBLO.
Manuel García Sesma, que se instaló en Madrid en 1927, no llegó a
impartir clases en ninguna universidad. El estallido de la Guerra Civil, y el
posterior exilio, hicieron imposible su carrera universitaria: “Mi propósito era licenciarme y doctorarme en
Filología Clásica, pero el estallido de la Guerra Civil (1936-1939) me lo
impidió.” A pesar de lo cual, dedicó toda su vida a la enseñanza, poniendo
en práctica todo su ideario pedagógico.
1.- ENSEÑANZA Y
PUEBLO
Manuel García Sesma era favorable al derecho a la instrucción primaria universal,
era objeto de debate público en los años veinte: “Un pueblo de analfabetos
está incapacitado para ejercer conscientemente los derechos políticos que un
régimen democrático confiere. La base de la democracia es la cultura ciudadana.”[15]
Sin embargo, sostiene en artículos posteriores, que la escuela, por sí
sola, no mejora la moral ni la vida de las naciones:
Nada, sino que de
la multiplicación de las escuelas solamente no cabe esperar el mejoramiento
moral de los individuos y la sociedad. El analfabetismo no es incompatible ni
antagonista de la ética. El hombre más ilustrado puede ascender a la cumbre de
la santidad: viceversa, el hombre más ilustrado puede descender al último
escalón de la inmoralidad. Las funciones del maestro y del sacerdote se distinguen
perfectamente.[16]
En otro artículo posterior, Manuel García Sesma se reafirma:
“La civilización no es la ciencia,
no es la ilustración. Se puede ser un sabio, sin dejar de ser salvaje.”(III). [17]
La civilización estaría
relacionada con la libertad del individuo a perfeccionarse al margen de la
educación, aunque ésta le ayude a conseguirlo:
“Yo entiendo por
civilización el perfeccionamiento integral progresivo del individuo y de la
sociedad.”[18]
“Por tanto un
hombre honrado es siempre un ser perfecto, aunque sea un ignorante. En cambio
un sabio y un artista son siempre hombres imperfectos, si carecen de sentido
moral. El hombre integralmente perfecto será el que atienda por igual, al
desarrollo de su inteligencia, a depurar su gusto estético y a rectificar su
voluntad.”
La escuela, donde exclusivamente se atiende al cultivo de la inteligencia,
¿es capaz por sí sola de elevar el nivel de la civilización de un pueblo? No,
no. Antonio Machado lo explica en parecidos términos, en un artículo publicado
en El Porvenir Castellano (4 de marzo
de 1915) con motivo del fallecimiento de Francisco Giner de los Ríos:
Lo importante es aprender a pensar,
a utilizar nuestros propios sesos para
el uso a que están por naturaleza destinados y a calcar fielmente la línea sinuosa
y siempre original de nuestro propio sentir, a ser nosotros mismos, para poner
mañana el sello de nuestra alma en nuestra obra.
La felicidad no iría tampoco asociada a la educación:
¿La
ciencia, la ilustración ayuda, o no ayuda a la felicidad? A nosotros nos parece
sencillamente que la ciencia sola es de suyo indiferente a la dicha, y que
igual se puede ser feliz, siendo un sabio reputado que un cerril analfabeto.[19]
Aunque duda, pues, de que la “instrucción
universal” haga feliz al hombre, sí puede “ayudar a conseguirla”, sí puede “ayudar eficazmente a obtener una
honrada administración”.[20]
La instrucción, en definitiva, constituye un pilar indispensable para
evitar los abusos en una sociedad democrática:
Pero tratándose de
hombres, capaces por lo tanto de todas culpas y errores, es conveniente que los
ciudadanos se procuren la máxima instrucción y el máximo de conocimientos, que
ensanchen el radio de su conciencia política para fiscalizar en todo caso los
actos de sus superiores como de sus convecinos, y no dejarse esquilmar por la
ambición y la codicia.[21]
3.- LA EDUCACIÓN MUSICAL DEL PUEBLO
En 1924, en un artículo
publicado en El Porvenir Agrícola,[22]
Manuel García Sesma reflexionaba sobre este problema:
Problema es éste que preocupa hondamente a todos los
profesores de música que consagran sus actividades al público en general, que a
él se debe y por él luchan y bregan y se afanan a diario en la ímproba tarea de
devastar y de adaptar los escasos elementos que la afición popular aporta
graciosamente a las agrupaciones musicales, servidoras de los Municipios.
Constata, en primer lugar, los obstáculos
existentes en España:
donde en las escuelas de instrucción primaria, no se
inicia ya a los niños, cual sucede en otros pueblos, en los secretos del divino
arte.
Para él, para gozar de la música no es
necesario “saber música”. Cree que es
una cuestión de sensibilidad:
Volvemos a repetirlo: no es necesario saber música
para goza de la música. El maestro Falla lo dice terminantemente: “Error
funesto es decir que hay que comprender la música para gozar de ella. La música
no se hace, ni debe jamás hacerse para que se comprenda, sino para que se
sienta.”
Si así fuese, habría que renunciar completamente a
todas las pretensiones de educar el gusto artístico del pueblo. Pero
afortunadamente no es así.
Al final, aboga por una solución práctica:
¿Se quiere, pues, elevar la cultura, refinar el
gusto musical del pueblo? Es muy sencillo. Dadle buena música a todo pasto: ir
regateándole cada día, hasta lograr su supresión de los conciertos, el género
chabacano y callejero. Tal vez en los comienzos tendréis que luchar con
resistencias. No importa. Es cuestión de tiempo y de paciencia.
En éste, como
otros muchos artículos y trabajos sobre la educación, Manuel García Sesma busca
borrar esa separación entre pueblo y cultura. El sabe, porque ha conocido ese
ambiente, que el pueblo no puede acceder fácilmente a la cultura, pero que sin
embargo está dotado de todas las capacidades necesarias para adquirirla. La
cuestión es cómo romper con este absurdo alejamiento.
B.- ALUMNOS Y PROFESOR.
Sus ideas pedagógicas, en relación con los alumnos, se inspiraban, como ya
hemos dicho, en el sistema pedagógico de la Institución Libre de Enseñanza: el
contacto con el alumno. Para ello, no dudaba en elaborar, para ellos,
resúmenes, pequeños libros de teoría que les hiciera más fácil la adquisición
de los conocimientos: Précis de Grammaire
Française; Apuntes de lógica, psicología, filosofía griega,
filosofía latina; una Antología Latina
femenina, que escribió para sus alumnas de la Universidad Motolinia, en el
curso 1951-1952, en la que recoge textos de literatura latina mexicana,
desarrollada por los jesuitas en el siglo XVIII:
Se distinguieron
como humanistas el P. Diego de Abad, autor del poema “De Deo”; el P. Francisco
Javier Alegre, autor de la égloga “Nysus”, de un poema sobre la conquista de
Tiro por Alegrando Magno y de una traducción al latín de la “Iliada” y de la
Batracomiomaquia”; y el P. Juan Luis Maneiro, autor en limpia prosa latina de
una “Vida de varones ilustres mexicanos”. De todas estas obras la que más ha
perdurado son los tres “Diálogos” sobre México de Cervantes de Salazar, que nos
lo pintan tal como era en 1554.” (Antología latina femenina).
Este ejemplo muestra el enorme esfuerzo, por parte de los maestros
españoles, para poner de relieve la historia de la cultura mexicana. Los
españoles del exilio no fueron a conquistar, como sus antepasados, sino a
defender la cultura mexicana, como la mejor manera de defender el espíritu de
tolerancia de la cultura republicana española.
III.- APORTACIONES
Además de sus conocimientos del mundo clásico, trabajó la historia del Arte
y de la literatura universales, recogiendo innumerables notas en verdaderos
libritos de texto, que ocupan decenas de páginas de pequeños cuadernillos: a) “Précis de versification française”, “Fonética española y fragmentos de autores
clásicos.” “Romanceamiento castellano
del latin vulgar”; b) cultura clásica: “Las
mujeres y el latín” (1952); c) historia y geografía: “Escritores latinos mexicanos”, “Resumen
de geografía de México”.
Otro trabajo importante es el estudio comparativo de los idiomas español y
Nahualt: “El Idioma Náhuatl”. Este
ensayo da fe de su interés por relacionar la lengua española con una de las
lenguas del país de acogida, convencido de que la cultura es un fenómeno
universal.
OTROS
Escribió estudios antroponímicos sobre nombres de mujeres (Asunción, María,
Elna, Leonor, Teresa, Blanca) y hombres (Santiago); biografías de mujeres célebres;
ensayos sobre músicos (Beethoven, Schuman, Mozart, Wagner,..); estudios sobre
Teatro, Danza y Canto (Música vocal y danza; Nociones generales de literatura
teatral; El teatro latino; El teatro griego; La Comedia del Arte Italiana),
etc.
Realizó, así mismo, un estudio sobre “Familias
lingüísticas mexicanas, con sus principales dialectos y estados en que se
hablan”, según OROZCO Y BERRA (Manuel), y otro sobre “Epigrafía latina de la ciudad de México”: I.- Iglesias y
Conventos. II.- Edificios públicos. III Monumentos públicos. IV.- Funeraria.
V.- Epigrafía heráldica. VI.- Epigrafía numismática. VII.- Inscripciones
diversas.
D.- OTRAS ACTIVIDADES: EL CENTRO VASCO DE MÉXICO
Además de toda su labor pedagógica, divulgadora, cultural, colaboró en la
medida de sus posibilidades en muchas actividades relacionadas con el Centro
Vasco (Festival Artístico en el que intervinieron: Mary Mark Milne,[23]
Margarita Cueto y Miguel Angel Sarralde; Conferencia, “Las Musas de Chopin”,
ilustrada al piano por Miguel Ángel Sarralde; dos Recitales Poético-Sinfónicos
– 1956 y 1959 – con poemas escritos por él mismo, grabados en un disco) y sus
órganos de expresión, como la revista Euzko Deya (El Arte Francés en Navarra; El
sentimiento amoroso en el folklore;...).
Cabría destacar, por último, su actividad
radiofónica en la emisora XERX de México, a través de la cual, durante el año
1959, daba sus Charlas Vasco-Navarras.[24]
EPÍLOGO
Cuando se habla
de universitarios españoles en el exilio, existe el riesgo de olvidar que el
contexto educativo de la España plural de entonces no tiene nada que ver con el
actual. Por esa razón, reconocer el esfuerzo de todos los profesionales de la
enseñanza en el exilio – universitarios o no – supone el reconocimiento de su
contribución al mantenimiento del verdadero espíritu universitario español.
En ese sentido,
el descubrimiento parcial de la vida y obra de Manuel García Sesma debe de
servir para poner de relieve que el exilio español no es un paréntesis en la
historia de todos los pueblos de España, sino una de las etapas más
florecientes y más merecedoras de atención. El trabajo de estos hombres y
mujeres es un legado fundamental de la cultura de nuestro país.
BIBLIOGRAFÍA
LIBROS, ENSAYOS
LINGÜÍSTICA
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-. Précis de Grammaire Française. Inédito.
-. La lengua Nahuatl y su contribución al enriquecimiento del Español.
Inédito.
OTROS
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Fitero. Logroño: Gráficas Ochoa, 1990.
ENSAYOS
García Sesma, Manuel. Epigrafía Latina de la ciudad de México.
Inédito.
-. Psicología del Campo de Concentración. Apuntes para un ensayo.
Argelès-sur-Mer, 1940. Inédito.
RELATOS
García Sesma, Manuel. Cours d´Espagnol. Saumur (France), 1944.
Inédito.
REVISTAS
García Sesma, Manuel. “Una
vida novelesca y fecunda”. Fitero-1984.
-.
« Vide ». FITERO (2004): pp.12-13.
-. “Une fois
vis les Rois Mages”. Fitero-2005 :
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-.“Le Collège
Yolande d´Anjou”. IDIOMAS (2001): pp
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PERIÓDICOS
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(1924): I-VI.
El Ribereño Navarro (Tudela, Navarra): 1927-1929.
El Porvenir Agrícola (Tudela, Navarra): 1922-1925.
El Socialista (Madrid): 1931-1932.
OTROS AUTORES
Hervé Mauran. “en surnombre…” Un camp
de travailleurs étrangers en France. Ed. Peuple Libre et Notre Temps.
Valence, 2000.
Lira, Andrés. Cincuenta años de
exilio español. UNAM. México.
Grando René, Jacques Queralt y Xavier Febrès. Camps du Mépris. Ed. Trabucaire. Canet : Trabucaire, 2004.
Ramírez, Julián Antonio. Ici Paris. Memorias de una voz en libertad.
Ed. Alianza Editorial. Madrid, 2003.
[1] El carné (nº 877) de la Facultad de Filosofía y
Letras de la Universidad de Madrid le fue expedido el 8 de octubre de 1935.
[2] A pesar de que, durante
su estancia en Saint-Maurice d´Ibie (Ardèche), formando parte del 160 GTE, se
puede leer, en un relato inédito: “Alors
on lui dit: que cet homme était un professeur célèbre dans une grande
Université de son beau Pays.). »
(Entonces se le dijo que este hombre era un célebre profesor en una gran
Universidad de su hermoso País.)
[3] Una revista
que él mismo había fundado en 1922, y refundado en 1980.
[4] 1922-1925.
[5] En el Boletín de los Profesionales de la Enseñanza (Nº 27. 14 de
mayo de 1939.), editado en el campo de concentración de Saint-Cyprien, Manuel
García Sesma resume su contenido: “Velada
en memoria de Antonio Machado, organizada por Manuel García Sesma, con
intervención de Sesma, que disertó sobre el tema “Machado, figura nacional”;…
[6] Tenemos constancia de 20 artículos publicados entre
el 9 de mayo de 1931 y el 2 de abril de 1932.
[7] Ver, al final de este trabajo, la copia de la carta
enviada por el Comité d´Accueil aux Intellectuels Espagnols (29, rue
d´Anjou, Paris VIII), 15 de junio de
1939.
[8] Escribe, en el cuadernillo 15, Notes de Lectures: “El
6 de julio de 1939 pasé del campo de St. Cyprien al de Gurs, îlot L, barraca
19. Hacia el 24 de agosto del 39 pasé al ilôt C, barraca 26 (Profesores de
Enseñanza). A fines de septiembre del 39 pasé al ilôt D, barraca 17 de Gurs. A
principios de noviembre del 39 pasé al ilôt A, barraca 12 de Gurs. A principios
de Enero de 1940, pasé al ilôt D, barraca 2 de Gurs. Hacia el 18 de enero de
1940, marché con la 184 C.T.E. de Gurs a Balloire. A fines de abril 40, pasé de
Balloire a La Motte-Bourbon. Hacia el 23
de junio del 40 pasé a Argelès, con la 142 G.T.E., 1 sección, campo 9. A
primeros de septiembre se transformó en 160 G.T.E. El 23 de octubre del 40 salí
a Salelles con 40 hombres de la 160 G.T.E.”
[9] Julián Antonio Ramírez (San Sebastián, 1916), que
vivía en ese mismo Campo de Gurs, nos comenta que Antonio Garcó se apellidaba
realmente Gardó.
[10] Apuntes para un ensayo sobre la Psicología del campo
de Concentración. Inédito.
[11] Nada más llegar a Francia comenzó una relación
epistolar (1939-1942) con una estudiante francesa de magisterio, Suzy
Valats. Gracias a esta correspondencia,
Manuel García Sesma consiguió dominar la lengua francesa.
[12] Ver certificado de su director expedido en 1959. Ver
testimonio del profesor Andrés Lira.
[13] Mateos Muñoz, Agustín. Etimologías grecolatinas del
español. 24ª ed., México, Esfinge, 1959. Etimologías latinas del español, 8ª,
ed., México, Esfinge, 1960.
[14] José
I. Cruz Orozco: El Colegio Madrid de la Ciudad de México. Un modelo de
excelencia académica. El Colegio Madrid fue creado en 1941. Ha trabajado desde
esa fecha para formar a hijos de exiliados españoles, primero, y, después, a
otros jóvenes mexicanos, con un modelo pedagógico que guarda relación con el
krausismo español y la política educativa de la II República.
[15] García Sesma, Manuel. “Analfabetismo I”. El Porvenir
Agrícola. Tudela (Navarra): 7 de septiembre de 1924.
[16] García Sesma, Manuel. “Analfabetismo I”. El Porvenir
Agrícola. Tudela (Navarra): 14 de septiembre de 1924.
[17] García Sesma, Manuel. “Analfabetismo I”. El Porvenir
Agrícola. Tudela (Navarra): 21 de septiembre de 1924.
[18] García Sesma, Manuel. “Analfabetismo I”. El Porvenir
Agrícola. Tudela (Navarra): 21 de septiembre de 1924.
[19] García Sesma, Manuel. “Analfabetismo I”. El Porvenir
Agrícola. Tudela (Navarra): 28 de septiembre de 1924.
[20] García Sesma, Manuel. “Analfabetismo I”. El Porvenir
Agrícola. Tudela (Navarra): 21 de septiembre de 1924.
[21] García Sesma, Manuel. “Analfabetismo I”. El Porvenir
Agrícola. Tudela (Navarra): 21 de septiembre de 1924.
[22] El Porvenir Agrícola, Domingo, 13 de julio de 1924.
[23] En
la presentación que hace de Mary Mark Milne, Manuel García Sesma, que tenía que
ser por aquel entonces, uno de los socios del Centro Vasco más cualificados,
describe a la perfección el ambiente que reinaba en aquella institución del
exilio vasco:
“Constituye para mí un honor, al mismo tiempo
que un gran pacer, el hacer la presentación de los dos jóvenes artistas,
encargados principalmente del desarrollo de esta velada, así como el anticipar
unos ligeros comentarios a cada una de las obras que van a interpretar, sin más
finalidad ni pretensiones que las de concederles unos momentos de respiro y de
descanso. (…) La primera parte de esta velada va a correr a cargo de la Sta.
Milne, que será acompañada al piano por su maestra, la Sra. Cueto. (…) Yo
espero – y por supuesto, se lo deseo de todo corazón – que un día no lejano,
brille como una estrella de primera magnitud en el firmamento internacional del
teatro. (Supongo que entonces no desdeñará descender como hoy hasta el salón
del Centro Vasco, como lo hace graciosamente, siempre que se le requiere, la
eminente y simpática diva Pepita Embil (madre de Plácido Domingo) que ha tenido la gentileza de venir
esta tarde a honrarnos con su presencia y para la que pido a los presentes un
cálido aplauso por la gallardía con que está sosteniendo en México la causa
semiperdida del Teatro.) Y vamos a dar ya comienzo al programa.”
[24] 39 Charlas
Vasco-Navarras, 1959. Leídas a través de la emisora mexicana, XERH. Se conservan los textos de 17.
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