Alas de ángel, Revista Río Arga 106 y 107, 2003.


A partir del Poemario, “A l´ombre d´un ange” (A la sombra de un ángel), Campo de Concentración de Argelès-sur-Mer, Pyrénnes Orientales, 1940.
obra de Manuel García Sesma (Fitero, Navarra, 1902-1991).

Publicado en: Revista Río Arga, nº 106 y 107, 2º y 3º Trimestre 2003

ALAS DE ÁNGEL

Por: Jesús Bozal Alfaro [1]


En un artículo titulado “La España Peregrina”, publicado, en 1972, por la revista TRIUNFO [2], la escritora Aurora de Albornoz reproducía las palabras que el poeta español León Felipe dedicaba, desde su exilio de México, a las jóvenes generaciones de escritores españoles de la post-guerra: “Nosotros no nos llevamos la canción.... De este lado nadie dijo la palabra justa y vibrante. Hay que confesarlo: de tanta sangre a cuestas, de tanto caminar, de tanto llanto y de tanta injusticia... no brotó el poeta”.... “Y ahora estamos aquí, del otro lado del mar, nosotros, los españoles del éxodo y del viento, asombrados y atónitos, oyéndoos a vosotros cantar con esperanza, con ira, con miedo.” Aquel reconocimiento venía a proclamar que, a pesar de la guerra y el exilio, la cultura española no había sufrido ninguna ruptura. Sin embargo, los esfuerzos realizados hasta ahora no han conseguido todavía que se conozca una buena parte de la obra literaria e investigadora de muchos de aquellos hombres y mujeres de la España “Peregrina”. Para ir colmando, aunque sea mínimamente, esta laguna, la revista ARGA abre sus páginas al estudio, necesariamente breve, de “A l´ombre de un Ange” (A la sombra de un ángel), poemario inédito, escrito en francés (1940), por el intelectual fiterano Manuel García Sesma (1902-1991).

Manuel García Sesma: un intelectual navarro.

Nacido en el seno de una familia humilde, Manuel García Sesma pasó la mayor parte de su adolescencia y juventud en el Seminario Conciliar de Santa Ana de Tudela (1913-1923). Allí, mientras completaba su formación intelectual, daba sus primeros pasos como columnista en la prensa tudelana (El Porvenir Agrícola, El Ribereño Navarro). Al abandonar el Seminario (1923), comienza un corto peregrinaje (Tarazona, Logroño) hasta llegar a Madrid, en 1927. Luego vendría la República (1931), sus colaboraciones periodísticas (La Voz de Navarra, El Socialista, Trabajadores,...), su actividad, como vocal, en la Junta Directiva del Ateneo de Madrid, siendo Presidente, D. Fernando de los Ríos,... La Guerra Civil, el Exilio (1939-1973) y sus últimos 17 años (1973-1991) en la Residencia San Raimundo de Fitero, completan una biografía que él mismo calificó de “aventurera y fecunda[3]”.

Resumir su obra literaria e investigadora resulta imposible, dado el enorme volumen de escritos (publicados, algunos, e inéditos, muchos más) que se conservan actualmente en el Archivo Municipal del Ayuntamiento de Fitero. Cabría destacar, no obstante, la colección inédita de 33 “Poemas de Guerra y Destierro”, sus ocho libros publicados sobre Fitero [4], sus innumerables artículos periodísticos y sus ensayos inéditos o publicados - algunos de ellos - en Francia, México y España. A pesar de lo cual, Manuel García Sesma sigue siendo un escritor totalmente desconocido [5] para la cultura navarra.

La lengua del exilio español en Francia.

No se puede tener un visión completa de la obra de Manuel García Sesma si no se tiene en cuenta su vida en el exilio (1939-1973), la relación epistolar que mantuvo, desde los campos de concentración franceses, con una estudiante de magisterio, Suzy Valats (1939-1942), y la utilización del francés como lengua adoptiva de expresión. En su ensayo inédito sobre la “Psicología del Campo de Concentración”, su autor nos ayuda a situar exactamente el contexto histórico y humano de este pequeño estudio nuestro: “Un concentrado es, en principio, un penado no delincuente: un buen ciudadano a quien en un momento dado, se arranca de su residencia, confinándolo en un prado o en un establo, al margen de la ley y de la vida civilizada. De la libertad pasa repentinamente al encierro, del trabajo a la inanición, de la comodidad a la miseria, de la holgura a la estrechez; en una palabra, del desarrollo normal de la existencia a un desenvolvimiento violento y anormal.....” [6] Superar aquella situación extrema necesitaba, por consiguiente, de algún elemento exterior que le ayudara a no sucumbir: el recuerdo, la escritura, una relación epistolar. Así, si aquel le ayudó a sobrellevar sus 26 largos años de exilio en México (1947-1973) - en donde escribió la mayor parte de su obra fiterana -, la correspondencia que mantuvo durante dos años y diez meses con Suzy Valats, le permitiría sobrellevar la terrible experiencia de los campos de concentración franceses (1939-1942): Argelès-sur-Mer y Saint-Cyprien (Pirineos Orientales), Gurs (Pirineos Occidentales), Le Balloire,....... En agradecimiento, fue componiendo para ella, durante un año - noviembre de 1939 (Gurs) /noviembre de 1940 (Argelès-sur-Mer) -, un conjunto de 26 poemas [7] que llevan por título: “A l´ombre d´un Ange”.

         A su llegada a Francia, Manuel García Sesma dominaba el latín, que le sirvió para denunciar en alguna ocasión los abusos cometidos contra los refugiados españoles en Francia [8]. Sus conocimientos de francés no eran por el contrario tan profundos. A pesar de lo cual, Suzy Valats admitiría rápidamente que estaba ante alguien de “calé” (instruido): “No, usted no es un sabio en el sentido que me ha descrito, amante de teoremas y coleópteros, sino, a su manera, le encuentro muy preparado [9].” Este apoyo moral le animó sin duda a escribir, de su puño y letra, este conjunto de poemas que, de una manera sencilla, sincera y emotiva, marcaron el inicio de la reanudación, truncada por la Guerra Civil, de su carrera de periodista y escritor.

         El poeta, además de vaciar su corazón, busca en la escritura un afianzamiento de su yo vital (en lucha constante contra la injusticia) y de su yo como escritor. Es decir: su curación. Sabemos, por otra parte, que Suzy introdujo en esos poemas pequeñas correcciones gramaticales, sintácticas o de vocabulario. Lo cual, no hace sino enriquecer todavía más el valor literario y testimonial de este poemario. En ese sentido, nos ha parecido importante reproducir, en paralelo con las traducciones, los textos originales en francés. Hemos añadido, en fin, en forma de notas, los comentarios que algunos de estos poemas inspiraron a la misma Suzy Valats, y que quedan recogidos en su carta nº 35 (Albi, mercredi, 30 janvier 1940).

El corazón del poeta.

         “A la sombra de un ángel” se presenta ante nosotros como un verdadero canto de alabanza y gratitud a la persona que, habiendole dado la oportunidad de mantener una relacion epistolar con ella, consiguió además ilusionar y enamorar su corazón malherido por el destierro. Desde la misma [Dedicatoria] [10], el poeta relaciona su inspiración poética [blancas palomas] con sus sentimientos más profundos [su corazón]. Y todo ello enmarcado en el contexto de horror y derrota que vivieron tantos miles de españoles en los primeros meses del exilio (1939). Se trataba para él de recuperar, gracias a la escritura, su dignidad personal puesta en entredicho:

“Ce sont de blanches colombes, messagères
de rêve/de Bonheur....
Elles sont humbles. Caresse-les, ma chère,
car elles sont mon Coeur.....”

[Son blancas palomas, mensajeras
de sueños de Felicidad......
Son humildes. Acarícialas, amiga mía,
pues son mi Corazón......]

Manuel García Sesma había atravesado la frontera de Port-Bou el 9 de febrero de 1939. Internado en el Campo de Concentración de Saint-Cyprien, la primera carta de Suzy Valats está fechada el 6 de mayo del mismo año. Su único encuentro, en dos años y diez meses de carteo (6-5-1939/7-3-1942), se produciría, en la ciudad de Castres (Tarn), el 12/13 de julio de 1941. Es decir que todos los poemas fueron escritos sin haberse siquiera conocido. Al principio, Suzy fue para Manuel un consuelo/remedio frente a su dramática situación: Mi iniciación como escritor en francés comenzó el 6 de mayo de 1939, en el Campo de Saint‑Cyprien por un intercambio amistoso de correspondencia con una estudiante de l9 años, de la Escuela Normal de Albi: Mlle. Suzanne Valats. Suzy era una muchacha culta, sensible y sus cartas me proporcionaron una distracción y, sobre todo, un lenitivo a las amarguras de los tiempos más duros de mi exilio. Nuestra correspondencia se mantuvo hasta mediados de l942 en que, acabada ya su carrera, Suzy se casó” [11]. Para un escritor como él, la relación epistolar con aquella mujer suponía al mismo tiempo un reto, ya que estaba obligado a trabajar el francés si quería mantener con ella una correspondencia de cierto interés. Suzy Valats se convirtió rápidamente en su salvación: espiritual (amistad) e intelectual. No sorprende, pues, que, agradecido, le escribiera, con motivo de su 20 aniversario (él tenía entonces 37), un poema de felicitación, en el que, además de alagarla (no perdió nunca sus cualidades de poeta galante), le expresa sus mayores deseos de felicidad [Felicitación]:

“Un lis qui entr´ouvre sa corolle
aux rayons tièdes de l´Aurore...
Un papillon brodé en soie
qui va des roses aux étoiles...
Une séduisante Aphrodite
qui sort des écumes marines...
Un beau rubis éblouissant
sur le coeur brûlant d´un amant....

Mes voeux devant tes vingt ans...?
Voilà.
Que tu sois toujours, Suzon,
rubis,
aphrodite, papillon
et fleur de lis.
Qu´Amour comble de bonheur
ton coeur....”

[Una flor de lis que entreabre su corola
a los tibios rayos de la Aurora ...
Una mariposa bordada de seda
que va de las rosas a las estrellas.
Una seductora Afrodita
que surge de las espumas marinas.
Un bello rubí resplandeciente
sobre el corazón ardiente de un amante.

¿Mis deseos en el día de tu 20 cumpleaños?
Helos aquí.
Que seas siempre, Suzon,
rubí,
afrodita, mariposa
y flor de lis.
Que Amor colme tu corazón
de felicidad][12].

I.- Entre la ilusión, el dolor y la melancolía.

Alejado de su contexto vital anterior (España), el poeta necesita crearse uno nuevo para poder sobrevivir. La escritura será nuevamente su tabla de salvación. Por otra parte, la amistad forjada tan rápidamente a partir de las primeras cartas, se fue transformando, poco a poco, en una cierta complicidad intelectual y personal [13]. Así, la repetición, en el poema [Telepatía][14], “Ne t´émerveilles-tu parfois” (No te parece maravilloso a veces), expresa su deseo por materializar/cristalizar aquella relación [las dos alas blancas de mismo Arcángel divino], que le permitiera seguir alimentando la ilusión:

[Ne t´émerveilles-tu, Suzy,
que nos pensées et nos désirs
et nos plus tendres sentiments
coïncident souvent?

C´est que nos âmes enfantines
aussi charmantes que des cygnes
sont les deux ailes blanches,
du même bel Archange.]

[¿No te parece maravilloso, Suzy,
que nuestros pensamientos y deseos
y nuestros más tiernos sentimientos
coincidan a menudo?

Es porque nuestras almas infantiles
tan encantadoras como cisnes
son las dos alas blancas,
del mismo Arcángel divino.]

De ahí a la declaración amorosa (su corazón vuela al encuentro de su amada) solo es cuestión de tiempo. Y, cuando se produce, ni siquiera el hecho de no conocerse físicamente condiciona su sincera declaración de amor, recogida en el poema [Pascalienne][15]:

“Jamais tes yeux purs de vierge
n´ont ébloui mes prunelles
Et néanmoins...
Je t´aime.
Pourquoi....?
.......
Jamais helàs! peut-être
nous ne nous verrons sur terre.
Et néanmoins.....,
je t´aime.
Pourquoi...?
Oh! “le coeur a des raisons....”
Oui, oui, / Suzy.
Pascal n´avait pas tort.”

[Nunca tus ojos puros de virgen
han deslumbrado mis pupilas
y sin embargo...
te quiero.
¿Por qué...?
....................................
Posiblemente, ¡ay!, nunca
en la tierra vayamos a vernos.
Y sin embargo...,
te quiero...

Oh, “el corazón tiene razones...”
Si, si,
Suzy.
Pascal tenía razón.]

Para el internado, cualquier elemento exterior (foto, carta) se convierte en una ruptura (olvido) con su mundo interior. Se trata, pues, de no perder nunca este contacto. Así, en el poema [Sueño][16], que dedica a Suzy al recibir su fotografía, el poeta no duda en ir más allá, asociándola a su idea de Francia, como hiciera Luis Aragon con su mujer Elsa Triolet (Les yeux d´Elsa)[17]. Desconfiado, busca integrarse, a través de ella, en un universo mucho más estable, quizás. Porque, la vida, escribirá en su ensayo sobre la poetisa francesa Marceline Desbordes-Valmore, “tiene exigencias imperiosas y se ríe de los juramentos más solemnes.”

[Ensorcelé par ta silhouette
de délicate et tendre vierge,
j´oubliais pour quelques instants
- oubli béni et apaisant ! –
le drame noir et trop tragique
de ces trois ans de vie horrible...

Suzy,
rose d´Albi
aussi charmante
que ta France...]

[Cautivo [18] de tu silueta
de delicada y tierna virgen,
olvidaba por unos instantes
- ¡olvido bendito y reconfortante! -
el drama negro y demasiado trágico
de estos tres años de vida horrible...

Suzy,
rosa de Albi
tan encantadora
como tu Francia....]

El juego de contrastes (tierna vírgen / drama negro; Suzy / Francia) acentúa más si cabe ese deseo de no soltar en ningún caso aquellas amarras salvadoras. Por eso, cuando el conocimiento se materializa por ambas partes a través del envío de su propia fotografía [Identificacion][19], el círculo de la salvación parece cerrarse definitivamente:

[Me connais-tu, Suzy...?
Reconnais-tu l´ami...?

Regarde dans mes yeux.
Ne te vois-tu en eux...?

Contemple-moi les lèvres
qui murmurent: Ma fée!

Ainsi qu´une Princesse,
dans ma pensée tu règnes.

Me connais-tu, Suzy...?
Reconnais-tu l´ami...?

Je suis triste et malade.
Un doux baiser, mon ange...!]

[¿Me conoces, Suzy?
¿Reconoces al amigo?
Mírame a los ojos.
¿No te ves en ellos?
Contempla mis labios
que musitan: ¡Hada mía!
Como una Princesa,
reinas en mi pensamiento.
¿Me conoces, Suzy..?
¿Reconoces al amigo...?
Estoy triste y enfermo.
¡Dame un dulce beso, ángel mío...!]

A propósito de su último libro, “La intimidad de la serpiente”, el poeta Luis García Montero [20] dice que se ha planteado su poemario como “un ejercicio de reivindicación de la conciencia individual[21]”. Y eso es exáctamente lo que hace Manuel García Sesma al escribir su poema [Chrismas][22]:

[Je voudrais, mon enfant, en ce Noël t´offrir
le bouquet le plus beau du parc le plus fleuri.
Mais je n´ai que des lis et des roses sanglantes
du jardin de mon âme...

Je te prie humblement d´agréer cette gerbe
des fleurs de ma douleur silencieuse et extrême.
J´ai déposé sur elle un baiser, un soupir
et mon coeur, ma chérie (Suzy)]

[Me gustaría [23], pequeña, ofrecerte en estas Navidades
el ramo más bonito del parque más florido.
Mas solo tengo lirios y rosas ensangrentadas
del jardín de mi alma....
.............................................................................
Te ruego humildemente aceptes este ramo
de las flores de mi dolor sordo y extremo.
He depositado en él un beso, un suspiro
y mi corazón, Suzy mía.]

Y en [Aguinaldos][24]: [Sé leer en mi corazón ensangrentado].

Su corazón, el centro de su conciencia individual, todavía dispone, a pesar de su estado de ruina física y moral, de aliento suficiente para soñar [Epifanía][25]:

[Si fuera, pequeña, un Rey oriental ...
tendrías el fasto,
de la reina árabe
Balkis de Saba.]

“Si j´étais, petite, un Roi oriental...
tu aurais le faste,
de la reine arabe
Balkis de Saba.”

Y para cultivar su fidelidad [Nervios [26]]:

“Si près de toi j´étais,
tendron,
tes nerfs j´apaiserais
par des fleurs, des baisers et des chansons...”

[Si cerca de ti yo estuviera,
jovencita,
tus nervios aplacaría
con flores, besos y canciones....]

La fe mueve montañas, dicen. Así, en el poema [Fe][27], el poeta sueña nuevamente con la solidaridad y el apoyo espiritual (protección) que recibe por parte de Suzy (la voz, las caricias), y que le salva de la desesperación y de la fatalidad:

Parfois, lorsque la faim par son ongle spectral,
me perce les entrailles, ainsi que le poignard
d´un perfide assassin,
je sens alors dans mon oreille, le murmure
d´une voix fine qui me berce et qui m´amuse,
comme un chant enfantin.
Parfois, lorsque me tient l´insomnie, éveillé,
et que je m´imagine être vif enterré
dans un grand cercueil noir,
je sens alors sur mon corps froid, comme les ailes
d´un bel ange divin, qui me couvre et me baise
avec un tendre soin [1].

Suzette, mon enfant, j´ai vécu beaucoup;
j´ai perdu dans les hommes, les dieux et tout,
la Foi consolatrice.
Pourtant, je crois encore en une fille belle
et je n´ai pas, souvent, cherché, à cause d´elle,
la Mort libératrice....”.

[A veces [28], cuando el hambre con su uña espectral,
me traspasa las entrañas, como el puñal
de un pérfido asesino,
siento entonces en mis oídos, el murmullo
de una voz fina que me mece y me entretiene,
como una canción de cuna.

A veces, cuando, despierto, se apodera de mi el insomnio,
y me imagino enterrado vivo
en un gran ataúd negro,
siento entonces sobre mi cuerpo frío, las alas
de un hermoso ángel divino, que me protege y me besa
con ternura.

Suzette, amiga mía, he vivido mucho;
he perdido la Fe consoladora,
en los hombres, en los dioses y en todo.

Sin embargo, creo todavía en una linda muchacha
y he evitado a menudo, gracias a ella,
la Muerte redentora......]

A pesar de la amargura con la que canta sus miserias, el poeta, cada vez que escribe un verso, lanza un grito melancólico de esperanza. ¿Qué podía esperar este hombre derrotado, exilado, encerrado, arrancado de su contexto vital, sometido a las pruebas más duras que un hombre pueda soportar? Seguramente, nada. Sin embargo, cuando parecía condenado, aparece Suzy y su luz le devuelve a la vida. Y con ella, recupera la posibilidad de denunciar con su pluma (poder de la palabra escrita) la situación que vivieron tantos españoles republicanos en los campos de concentración franceses.

II.- Poemario del dolor.

Cuando un escritor vive directamente la “agresión” intelectual, física, total que supone estar encerrado en un campo de concentración, la necesidad de comunicarlo se convierte en una obsesión, que busca, como sigue diciendo Luis García Montero, dar “un sentido trascente a la realidad”. En este caso, el poeta solo contaba con una lectora: Suzy Valats. Pero estaba seguramente convencido de que, si sabía guardar aquel secreto (1942-1992), un día u otro su testimonio llegaría a mucha más gente. Tan solo sesenta años más tarde (1942-2003), esos versos escritos, con el corazón “anímicamente concentrado”, recuperan su papel en la historia de la poesía navarra, española y universal, formando parte de ella desde este mismo momento.

         Una vez que el poeta ha reconstruido su nuevo yo, necesita también describir el contexto físico y sicológico en el que luchan los sentimientos que se reflejan en sus poemas: soledad, dolor, horror, desesperación,... Afortunadamente para él, la voz de un alma hermana, lejana y cercana a la vez, sigue estando allí para escuchar su mensaje, comprenderlo y, sobre todo, responderle. “Soledad”[29] es un buen ejemplo de ello:

“Solitude d´effroi du glacial Océan
et calvaire sanglant
d´exilé...!
Solitude d´effroi du Coeur, de ma Conscience
et ma triste Existence
de damné...!
Solitude de tombe et souffrance d´Enfer...!
Enfer...! / Fer...!

Et au loin...,
quelques larmes d´un coeur romantique / albigeois....”

[¡Soledad [30] espantosa del glacial Océano
         y calvario sangrante
         de exilado...!
¡Soledad espantosa del Corazón, de mi Conciencia
         y de mi triste existencia
         de condenado....!
¡Soledad de tumba y sufrimiento de Infierno...!
         ¡Infierno....!
         ¡Hierro....!
........................................................
Y a lo lejos...,
las lágrimas de un corazón romántico

Albigés.]


Pero la soledad no sería lo más duro de soportar, si no estuviera enmarcada en un contexto tan horrible como el del destrozo interior: “una angustia universal, inconcreta, existencial” [31].  La soledad, en ese caso, busca el consuelo de la muerte, que el poeta evita únicamente gracias a su capacidad de comunicarse (carta a carta; poema a poema) con su salvadora. La lectura del poema FROID[32] merecería un estudio detenido de cada verso, de cada palabra., hasta sentir ese “frío” glacial que lo deshumaniza todo día a día [Frío] [33]:

“Je sens froid trop de froid... Et c´est mon coeur brisé
qui répand en silence les larmes de son sang,
comme une stalactite aux grénats sanglotant
sur la tombe cachée d´illusions déchirées.

Mon âme est une enfant mendiante et affamée
qui mourait peu à peu dans un cruel exil.
Tu passas par hasard; dans tes bras tu me pris
et ranimas mon âme à la Mort arrachée....”

[Siento frío, demasiado frío... Y es mi corazón roto
que derrama en silencio lágrimas de sangre,
como una estalactita sollozando granates
sobre la tumba oculta de ilusiones rotas.

Mi alma es una niña mendiga y hambrienta
que agonizaba poco a poco en un cruel exilio.
Pasaste por casualidad; me cogiste en tus brazos
y reanimaste mi alma a la Muerte arrancada......]

Una visión de Muerte que permanece latente en la mente del poeta. La Muerte no es una metáfora sino una compañera. De ahí que la Visión de la muerte de sus camaradas parezca una descripción rutinaria. También entonces, como en los momentos más duros, una carta ahuyenta esta [Visión][34]:

“Aujourd´hui s´est pendu un camarade.
Il n´est pas le premier.......!
Son corps tombait du haut d´une baraque
comme un spectre d´enfer.

Le courrier du matin vient d´arriver.
Des lignes de Suzon.
Et ensuite..., j´ai senti s´effacer
la macabre vision.”

[Hoy [35] se ha ahorcado un camarada.

¡No es el primero..!
Su cuerpo colgaba del techo de una barraca
como un espectro de infierno.
....................................................................
El correo de la mañana acaba de llegar.
Unas líneas de Suzon.
Y a continuación....., he sentido borrarse
la macabra visión.]

A veces el sonido de campanas cercanas [Campanas][36] hacen que la mente del poeta vuele hasta su pueblo, Fitero (Navarra), y al Tarn, en donde está Ella. La salvación se encuentra también en el origen (su pueblo) y en el milagro (Suzanne). El sonido profundo y cadencioso del toque “A Himnos” (a muerto) de las campanas fiteranas han marcado durante decenios la vida de su pueblo. No es extraño, pues, que el poeta, lejos, pensando quizás en su madre, a la que no cita nunca en estos versos, en su juventud llena de ilusiones, recordara ese sonido (el anuncio, quizás, de su propio entierro) en aquellos duros momentos de su vida en los que hasta sus señas de identidad parecían en entredicho:

“L´écho brumeux des cloches du village
me rappelle les ans de mon enfance.
J´avais alors d´azurées croyances.
Aujourd´hui, leur cadavre!

Dan....! dan....! dan....!
Mon coeur pleure du sang........
Et mon coeur vole au Tarn....”

[El eco brumoso de las campanas del pueblo
me recuerda los años de mi infancia.
Mantenía entonces celestiales creencias.
¡Hoy, su cadáver!

¡Dan...! ¡dan...! ¡dan...!
Mi corazón llora sangre.
...................................................
Y mi corazón vuela al Tarn...]

Otras veces, por el contrario, más cerca de la realidad que de los recuerdos, el hombre se revela y clama Justicia, Bondad, Verdad  y Vida, para denunciar la Injusticia, la Maldad, el Teatro y la Muerte que le rodean. En ese momento, encerrado/enterrado, la blasfemia es el único lenguaje que conserva un sentido y el poeta/el ser humano no duda en exclamar, [Sitio] [37]: “El Evangelio no es mas que un sueño / y el Cristo un buen Pierrot”.

“J´ai soif inextinguible de Justice
et je vois seulement
l´Injustice la plus flagrante et vile
triompher insolemment...

J´ai soif inextinguible de Bonté
et regardent mes yeux
les loups odieux de la Méchanceté
hurler avec fureur....

J´ai soif de Vérité, nue et totale,
dans la Vie et la Pensée.
Mais tout est près de moi trucs de Théâtre
et honteuses pirouettes...........
Mais....tu es arrivée à temps, gosse chère,
et ton geste d´effroi
 a tout à coup arraché de mes lèvres
l´horrible vase noir....”

[Tengo [38] sed insaciable de Justicia
y solo veo
la Injusticia más vil y flagrante
triunfar de manera insolente...

Tengo sed insaciable de Bondad
y miran mis ojos
a los lobos odiosos de la Maldad
ahuyar con furor...

Tengo sed de Verdad, desnuda y total,
en la Vida y en el Pensamiento.
Mas todo junto a mí son escenas de Teatro
y vergonzosas piruetas...]

Condenado, a pesar de su sed insaciable de justicia, bondad, verdad y amor (“mi corazón desea amar, amar, amar”), acepta resignado, al límite ya de sus fuerzas, “el vaso negro de odio y de hiel”, porque “no hay opción”. Y también entonces Ella llega para salvarle:

[Pero.... llegaste a tiempo, niña querida,
y tu gesto de horror
ha arrancado de repente de mis labios
el horrible vaso negro.]

Más, aunque esté ansioso por dejar escrito el testimonio de su propio drama, el poeta no puede olvidarse de aquellos que, junto a él, viven otros calvarios parecidos. La piedad, en ese caso, será el sentimiento con el que el escritor, testigo excepcional, describa, con magistral pluma, emoción, rigor y lirismo, el desgarro que supone para un padre la separación de su hija. El relato se titula: “La estrella verde”, y se encuentra publicado, junto con “Une leçon au Collège Yolande d´Anjou”, en la web: www.fitero.com/manuelgarciasesma

III.- La pasión de dos almas gemelas.

Después de haber descrito la ilusión y el horror, el poeta necesitaba abrir su corazón de par en par. Si el amor parece triunfar sobre todas las cosas, el ejemplo de estas dos almas gemelas vendría a confirmar esta teoría. Lo cual, en la situación de encierro del poeta no resulta nada fácil: “Existe sin duda algunas almas de elite en las que el triste espectáculo de su miseria exterior actúa precisamente como acicate para cuidar, como en revancha, mejor que nunca, el jardín encantado de su espíritu”[39]. Amar, pues, para salvarse del horror, aunque le ocasione nuevas decepciones. Mas, apenas comenzado el idilio, aparecen los primeros signos de duda: la del desencuentro momentáneo. Más tarde, cristalizará el sueño de las pasiones compartidas [Mar enfurecida], el del viaje imaginario al encuentro de su amada [Metamorfosis], para terminar admitiendo que, a pesar de todo, la Vida acaba imponiendo su ley por encima de los deseos del ser humano [Renuncia]. Analicemos estos cuatro momentos. Primero, la Duda [Nubecita][40]:

“Sur un lac d´émeraude et sous un ciel d´azur;
dans l´argentin bateau des rêves ingenus,
nous ramions de concert, entonnant tous les deux:
toi, ta chanson de joie, et moi, de ma douleur.

Un nuage soudain le soleil nous cacha,
effaçant celles-là du cristal de l´étang...
Tu grimaças un peu....et me rendis fort triste.
Telle l´ombre pâlie d´une belle amethyste.

Mais le nuage passa.....Vers toi je me penchai
et tes yeux attendris avec douceur baisai....”

[En un lago de esmeralda y bajo un cielo azul;
en el plateado barco de los sueños ingenuos,
remábamos al unísono, entonando los dos:
tu, tu canción de alegría, y yo, la de mi dolor.
.......................................................................
Una nube nos ocultó de repente el sol,
borrando aquellas del cristal del estanque ...
Frunciste el ceño ligeramente ...  y me puse muy triste.
Cual sombra pálida de una bella amatista.
Pero la nube pasó... Hacia ti me incliné
y tus ojos conmovidos con dulzura besé.]

El amor declarado necesita expresarse, aunque sea a través del sueño/visión/delirio. En este caso, surge la metáfora del mar, cuya visión aparece constantemente en muchos de sus poemas: mar-frontera, mar-barrera infranqueable, mar-tumba (“Amor de madre”), mar-vía de salvación, marco cómplice de su ilusión amorosa [Mar enfurecida][41]:

“ Je viens d´avoir, Suzon,
dans cette bacchanale,
quelque étrange vision
éblouissante.

A cheval sur un flot de diamants,
tu étais arrivée
cette matinée
jusqu´à cette plage.

Et tu portais une robe verte,
garnie de dentelles.
Et ainsi que l´altière amazone,
tu arrivais en triomphe.
Et ainsi que la Mer en furie,
tu étais très jolie.
Nous causions...
Et nos mots avaient l´air d´une douce sonate
comme le bruit des vagues.
Et nos coeurs galopaient emballés,
comme les blancs coursiers.
Alors je caressais ta chevelure,
comme le sable ardent la tiède écume.
Et comme à l´Horizon, la Mer, le Ciel,
nos lèvres s´unissaient dans un baiser.
Après, nous plongions nos regards au fond de nos pupilles,
pour voir si notre amour - divine sonatine –
était aussi immense que l´immense Ciel
et profond que la mer...
Et....oui, oui,
ma chérie.
Nous le trouvions encore aussi fier et joli
que la Mer en furie....”

[Acabo de tener, Suzon,
en esta bacanal,
una extraña y turbadora
visión.

A caballo sobre una ola de diamantes,
habías llegado
aquella mañana
hasta esta playa.

Y llevabas un vestido verde,
adornado con puntillas.
Y como la altiva amazona,
venías triunfalmente.
Y como el Mar enfurecido,
eras muy bella.
Hablábamos...
Y nuestras palabras
como el ruido de las olas
parecían una suave sonata.
Y nuestros corazones galopaban desbocados,
como los blancos corceles.
Entonces acariciaba tus cabellos,
lo mismo que la arena ardiente a la tibia espuma.
Y como en el Horizonte, el Mar, el Cielo,
nuestros labios se unían en un beso.
Después, sumergíamos nuestras miradas en el fondo de nuestras pupilas,
para ver si nuestro amor – divina sonatina –
era tan inmenso como el inmenso Cielo
y tan profundo como el mar....
Y... sí, sí,
querida mía.
Nos seguía pareciendo tan firme y bonito
como El Mar enfurecido....]

Encerrado, sigue apelando a la complicidad de la naturaleza (Astro-Dios) en sus anhelos por salir de aquel obscuro destino. Así, no duda en transformase en gaviota para llamar a la puerta de su amada/salvación/consuelo [Metamorfosis][42]:

“J´ai quitté ce matin mon lit de sable à l´aube
pour contempler l´Aurore.
La Mer était très calme et le Ciel était clair.
Marine de Lorrain.
Les alfanges dressées de voiliers noctambules
décapitaient la Brume.
Mes deux yeux à l´affût attendaient l´Astre-Roi
avec un doux émoi.
Orné de pourpre et d´or, il apparut fastueux
ainsi qu´un Empereur.
Pour lui dire bonjour, une mouette alors
s´arrêta sur un flot.
Et mon coeur saisi d´une inspiration soudaine
lui demanda des ailes
.........
N´as-tu pas entendu ce matin magnifique
des coups d´ailes aux vitres...?
C´était mon coeur, mignonne, en mouette changé,
qui venait t´éveiller.”

[Aquella mañana al amanecer abandoné mi lecho de arena
para contemplar la Aurora.
El Mar estaba tranquilo y el Cielo despejado.
Marine de Lorrain.
Los alfanjes erguidos de veleros noctámbulos
decapitaban la Bruma.
Mis dos ojos esperaban al acecho al Astro-Dios
con una tenue emoción.
Adornado de púrpura y oro, apareció tan majestuoso
como un Emperador.
Para saludarle, una gaviota se paró
entonces sobre una ola.
Y mi corazón sobrecogido por esta visión repentina
le pidió alas...
.....................................................................
¿No has oído esta mañana radiante
golpes de alas en tus cristales...?
Era mi corazón, preciosa, que, convertido en gaviota,
venía a despertarte.]

Sin embargo, el amor humano necesita comunicación, cercanía. Y la tragedia viene nuevamente a ahogar cualquier esperanza. No se trata de constatar una evidencia sino de admitir la impotencia. El comentario de Suzy [43] no deja lugar a dudas. El estribillo de las campanas (con sus sonidos nasales) anuncia el final de toda ilusión: lo irremediable [44] [Renuncia]. Es precisamente entonces cuando se produce el estallido de todos los sentimientos compartidos, que hacen vaticinar el fracaso amoroso que se produciría dos años después:

Je comprends, je comprends...

Si tu savais pourtant, chère mignonne, combien j´ai pleuré....!
Mais au-dedans, dedans....
Mes yeux sont secs, et mon coeur est mouillé.

Je comprends, je comprends...

Mais je t´aime: Je t´aime follement [1]
et mon coeur ne veut pas écouter ma raison.
Il entend seulement / la voix de sa passion.
Malgré tout, je comprends...
Je comprends que tu es un frais bouton qui s´ouvre 
et moi helàs! une fleur qui se fane...
toi, un beau clair de Lune /et moi, un orage...
Je comprends que tu es un calme lac
et moi, un tumultueux et profond Océan...
toi, un joli sentier
et moi, un gouffre mortel...
toi, la joie pure et folle de la vie
et moi, la tragédie...
toi, une chanson,
moi, une lamentation...
toi, le ciel
et moi, l´enfer...
toi...
moi...

Je comprends, je comprends...

Mais je t´aime, je t´aime, mon enfant.
Et mon coeur porte triste un crêpe noir,
dès qu´il apprit que tu aimais d´autres gars...

Mais je comprends, je comprends...

C´est la Vie. Oui.
Et rien plus que la Vie.
Comme elle, tu es fatale,
implacable et logique.
Car tu es, mon enfant, de chair et sang.
Et de chair et de sang de vingt ans...

Oui, je comprends, je comprends...

Nos vies suivent directions contraires.
Jamais elles ne se rencontreraient.
A quoi bon notre destin forcer...?
Il ne vaut pas la peine...!

Oh! je comprends, je comprends...

Et toi..., comprends-tu aussi, ma mie.
Notre amour au-dessus de nos sens, 
cette amitié sublime
et doux attachement
sont une ode tellement divine...!
C´est l´Amour saint, parfait,
la quintessence de l´Amour humain.”

[Comprendo [45], comprendo....

¡Si supieras sin embargo, amiga mía, cuánto he llorado...!
Pero por dentro, por dentro...
Mis ojos están secos, y mi corazón empapado.

Comprendo, comprendo....

Pero te quiero: Te quiero con locura
y mi corazón no quiere escuchar a mi razón.
Escucha solo
la voz de la pasión.
A pesar de todo, comprendo...
Comprendo que eres un fresco capullo que se abre
y yo, ¡ay!, una flor que se marchita..
Tu, un bello claro de Luna
y yo, una tormenta...
Comprendo que eres un lago tranquilo
y yo, un tumultuoso y profundo Océano...
tu, un bello sendero
y yo, un abismo de muerte...
tu, la alegría pura y alocada de la vida
y yo, la tragedia...
tu, una canción,
y yo, un lamento..
tu, el cielo
y yo, el infierno...
tu....
yo....

Comprendo, comprendo....

Pero te quiero, te quiero, amiga mía.
Mi corazón luce con tristeza un crespón negro,
en cuanto se enteró que amabas a otros muchachos...

Pero comprendo, comprendo...

Es la Vida. Si.
Y nada más que la Vida.
Como ella, eres fatal,
implacable y lógica.
Pues eres, amiga mía, de carne y sangre.
Y de carne y sangre de veinte años...

Comprendo, comprendo...

Nuestras vidas siguen direcciones contrarias.
Nunca se encontrarán.
¿Para qué forzar nuestro destino...?
¡No merece la pena!

¡Oh! Comprendo, comprendo...

Y tu..., comprendes tu también,
amiga mía.

¡Nuestro amor por encima de nuestros sentidos,
esta amistad sublime
y dulce afecto
son una oda tan divina...!

Es el amor santo, perfecto,
la quintaesencia del amor humano].
...............................................................

El juego de contrastes – tu / yo – marca definitivamente la separación entre dos mundos opuestos que tratan de evitar la ruptura definitiva. Su relación epistolar continuaría, sin embargo, hasta el 7 de marzo de 1942. Desde entonces, hasta hoy, solo hemos podido encontrar una carta manuscrita, que parece dirigida a ella (“Verdaderamente, la vida no ha sido generosa con usted. Tampoco conmigo: pero, en fin, ....”), y una nota manuscrita en la que descubrimos el final de su relación con Suzy Valats: “La segunda decena de Julio de 1942 se aproximaba. Me urgía abandonar St. Maurice. ¿Por qué? Por razones sentimentales. Allí, sin distracciones externas, llevaba una vida de ermita; vivía sólo para mis pensamientos. Si hubiera permanecido aquellos días en aquel pequeño rincón del Ardèche, hubiera sufrido atrozmente. Los recuerdos me perseguían. Los recuerdos...... y el presente. Unos días más tarde iba a producirse lo irremediable. Por consiguiente, la ausencia se imponía. La ausencia de St. Maurice y la ausencia de mi mismo. Es decir: la ausencia total. Necesitaba no pensar; distraerme. El medio más seguro era meterme en el ajetreo de la ciudad. Entonces decidí ir a Lyon.” Suzy Valats se casó, precisamente, en Castres (Tarn), el día 20 de julio de 1942, y allí moriría también, el 29 de diciembre de 2000.
Aquel fracaso amoroso, en medio del fracaso humano ocasionado por la guerra y sus consecuencias, no acabaría, muy al contrario, con las ansias crecientes de Manuel G. Sesma por convertir su vocación de escritor e investigador en el centro de su vida. Su corazón, sin embargo, se quedó siempre en el Tarn. Y hasta allí llega el eco de la primera dedicatoria de este poemario:
“A Mlle. Valats:

Avec immense tristesse
Avec immense tendresse”.

[Con inmensa tristeza
Con inmensa ternura.].






[1] Nacido en Fitero, Navarra, 1952, cursó estudios de Lettres Modernes en la Universidad de Burdeos III (Francia). Ha aido profesor y Director de la Escuela Oficial de Idiomas de Soria. Doctor en Traductodología, Traducción Profesional y Audiovisual (Universidad de Valladolid).
[2] Especial sobre “La Cultura en la España del Siglo XX, Nº 507 (17 de junio de 1972.)
[3] Revista “Fitero-84”.
[4] "Poemario Fiterano” (Pamplona, 1969). “La Iglesia cisterciense de Fitero" (Tudela, 1981). "Estudios Fiteranos" (Tudela, 1981). "Leyendas fiteranas. Mugas del Siglo XIX. Biografía crítica de San Raimundo de Fitero" (Tudela, 1982). "Miscelánea fiterana. Costumbres de antaño y otros temas." (Tudela, 1983). "Investigaciones Históricas sobre Fitero", Volumen I, (Tudela, 1986). "Investigaciones Históricas sobre Fitero", Volumen II, (Logroño, 1989). "Navarros en México" (Logroño, 1990).
[5] En el ensayo, “Le Secret de Marceline Desbordes-Valmore”, Manuel G. Sesma presentaba la obra de esta poetisa francesa, recogiendo esta frase de Lamartine: “Esta pobre cómica de Lyon..... ¿cómo dice usted que se llama?....”. Presagiaba, quizás, las dificultades que encontraría él mismo para dar a conocer su obra.
[6] “Psicología del Campo de Concentración. Apuntes para un Ensayo”. Argelès-sur-Mer (France), 1940. Inédito.
[7] Petit nuage (Gurs, 2-XI-1939). Félicitations (Gurs, 18-XI-1939). Solitude (Gurs, 5-XI-1939.) Foi (Gurs, 7-XI-1939.) Télépathie (Gurs, 12-XI-1939.) Froid (Gurs, 16-XI-1939.) Vision (Gurs, 26-XI-1939.) Pascalienne (Gurs, 30-XI-1939.) Cloches (Gurs, 3-XII-1939.) Sitio (Gurs, 8-XII-1939.) Sang (Gurs, 13-XII-1939.) Renoncement (Gurs, 17-XII-1939.) Sonatine de Printemps (Saint-Cyprien, 31-IV-1939.) Rêverie (St-Cyprien, 25-V-1939.) Identification (Gurs, 28-IX-1939.) Christmas (Gurs, 21-XII-1939.) Etrennes (Gurs, 28-XII-1939.) Epiphanie (Gurs, 3-I-1940.) Nerfs (Balloire, 23-II-1940.) Prière (Balloire, 26-III-1940.) Oeillets (La Motte-Bourbon, 31-V-1940.) Mer en furie (Argelès-sur-Mer, 15-VII-1940.) Bo1ero (Argelès-sur-Mer, 16-VII-1940.) Madrigal espagnol (Argelès-sur-Mer, 18-VII-1940.) Métamorphose (Argelès-sur-Mer, 2-VIII-1940.) Souhaits (Argelès-sur-Mer, 28-IX-1940.)
[8] “Una vida aventurera y fecunda”. Fitero-84.
[9] Carta nº 3 de Suzy Valats (23 de mayo de 1939).  A.M.F.
[10] Envoi (Argelès-sur-Mer, 31-VII-1940).
[11] “Una vida aventurera y fecunda”. Fitero-94.
[12] Félicitation (Gurs, 18-XI-1939).
[13] Carta nº 35 de Suzy (30-I-1940). Telepatía: “Un mismo sol que alumbra muchas cosas diferentes, el cefiro que silba a la vez en las cimas y en las llanuras, las olas bañando rocas y arena, las dos alas blancas de un arcángel; si, Manolo, nuestros dos pensamientos son todo esto y tu corazón ha encontrado preciosas comparaciones para expresar nuestros maravillosos casos de telepatía.”
[14] Télépathie (Gurs, 12-XI-1939).
[15] Pascalienne (Gurs, 30-XI-1939). (Texto completo). A este poema, Suzy Valats añade (carta nº 35, 30-I-1940): [Me gusta porque es sincera.]
[16] Carta de Suzy Valatas (30-I-1940). El sueño. “El sueño no era mío, pero expresaba muy bien lo que sentía, como muchas poesías que te envío. La que acabo de escribir, me vino de repente sin que pensara entonces que buscaba una continuación a mi comentario de Soledad. ¿Te gusta? Sabes que no soy una artista. Heredia encontraría muchas faltas de versificación. Pero mi corazón cantaba esto y escuchándolo he escrito estos pequeños versos, que me gustaría sirvieran para hacerte reir y olvidar la vida.”
[17] Segers. Paris, 1975.
[18] Rêverie.
[19] Identification (Gurs, 28-IX-1939). (Texto completo.)
[20] Granada (1958). Profesor de la Universidad de Granada. Premio Nacional de Poesía.
[21] El País, 16 de febrero de 2003.
[22] Gurs, 21-XII-1939.

[23] Christmas (21-XII-1939):

[24] Etrennes (Gurs, 28-XII-1939): “Je sais lire dans mon coeur saignant”.
[25] Epiphanie (Gurs, 3-I-1940).
[26] Nerfs (Balloire, 23-2-1940).
[27] Carta de Zuzy Valats (30-I-1940). [Fe. Me gusta este grito de esperanza, el consuelo que encuentras. Tienes razón, Manolo, nunca se es totalmente desgraciado mientras queda un trozo de cielo puro en la ventana de nuestra prisión. ¡Y la ventana del campo, lo sabes bien, es grande! Desde allí se ve un enorme cielo azul, y cuando llega el día de marcharse, se ve la felicidad en lo alto del camino. Entonces, lo único que duele es dejar detrás de sí a los propios camaradas. Mas, no los olvidaremos, verdad, Manolo mío.]
[28] Foi (Gurs, 7-XI-1939).
[29] Carta de Suzy Valats (30-I-1940). [En Soledad, veo un eco fiel que prolonga el estribillo: “souffrance d´enfer... enfer...... fer”. Parece oirse el eco múltiple de los valles, cuando se canta por la tarde entre montañas. Es tu alma rota que canta su dolor y que no escucha como respuesta sino la última palabra que acaba de pronunciar, repetida hasta el infinito. Olvida este infierno, Manolo mío, y escucha lo que acabo de escribir para ti: Consuelo. Me gustaría llevar a tu corazón / el oasis de frescura en el que el simun se calma. / Me gustaría encerrar tu corazón / en el cofre de oro puro de mi viva ternura / Correr hacia ti y decirte: / “Querido, no estas solo, mira, estoy aquí; / observa nuestra dicha futura / ¡Olvida tu vida pasada que ya no es ésta!” / Para que no llores nunca más, / de mis labios, esta tarde, beber quisiera todas tus lágrimas. / Y ver la dicha en tus ojos. / Porque te he dicho: “¡Te quiero, coge mi alma! Suzy.”]

[30] Solitude (Gurs, 5-XI-1939).

[31] “Psicología del Campo de Concentración”. Lyon, 1940.
[32] Carta de Suzy Valats (30-I-1939). [Frío. Te traigo, Manolo querido, todo el calor de mi alma, de mi corazón de amante, para arropar “a esta niña desharrapada y temblorosa” que me tiende la mano. A esta niña tímida, yo la quiero, no quiero perderla, el frío no me la arrebatará. Muy cerca de mi corazón, tu alma temblorosa se reanimará.”
[33] Froid (Gurs, 16-XI-1939).
[34] Carta de Suzy Valats (30-I-1940). Visión. “Visión halucinante, visión terrible; algo que no me gustaría ver nunca. No pienses en eso, amigo mío. Esta idea se convierte en demasiado negativa y demasiado tentadora cuando uno se habitua”.
[35] Vision (Gurs, 26-11-1939).
[36] Cloches (Gurs, 3-12-1939).
[37] Carta de Suzy Valats (30-I-1939). [Sitio. Cuando seas feliz, Manolo, perdonarás. Olvidarás entonces el mal que te han hecho. Cuando se sufre, parece como si el odio fuera a convertirse en  el único ocupante de nuestro corazón. Conocerás la justicia, la bondad, la verdad, la belleza, el amor. Tu alma se desbordará de felicidad y entonces olvidarás que has sido infeliz. Una mano amiga cerrará tus ojos cuando no puedas soportar la luz deslumbrante de tu alegría]
[38] Sitio (Gurs, 8-XII-1939).
[39] Escribe en su ensayo: “Psicología del Campo de Concentración”. Inédito.
[40] Petit Nuage (Gurs, 2-XI-1939). (Texto completo.)
[41] Mer en furie (Argelès-sur-Mer, 15-VII-1940).

[42] Métamorphose (Argelès-sur-Mer, 2-VIII-1940). (Texto completo.)
[43] Carta de Suzy Valats (30-I-1939). Renuncia. [Ha sido leyendo éste cuando más he llorado. Me quieres, Manolo, lo sé ahora. Ya no son cumplidos de hombre galante lo que me escribes esta vez. Es el grito de tu corazón ardiente que no has podido contener. Has comprendido perfectamente, Manolo mío: yo también te quiero y si pudiera desembarazarme, como de un abrigo demasiado pesado, del afecto de los dos jóvenes, tendería los brazos hacia ti, pues, mucho más que nadie, tu mereces que te amen, que te hagan olvidar todo, Manolo. Espero que la vida nos reserve una bonita sorpresa, la de unirnos. No te había dicho nunca esto, Manolo, pero creeme, es verdad. Y hoy ya que conozco tu amor, puedo confesarte lo que hay en mi corazón. ¿Verdad que no me lo tomarás en cuenta? Si no podemos conocernos nunca, ¡qué importa! Nuestro amor será la más bella ilusión del mundo, nuestras almas no se olvidarán jamás.]
[44] Lo irremediable, en 1942, viviría una segunda experiencia traumática en 1970, cuando, viviendo todavía en México, un amigo le comunica el fallecimiento de su madre. Carta de José Jiménez Fernández: “Fitero 27 de septiembre de 1970. Mi querido amigo: Al fin ha sobrevenido lo fatal e irremediable.  La creíamos inmortal, y nuestra creencia fue un espejismo puro que se ha disipado ante la implacable realidad.  Adivino que con estas palabras presentirás todo lo ocurrido... Hecho este preámbulo, cumplo con el penosísimo deber de comunicarte que tu madre, tu buena madre, ha dejado de existir hoy domingo a las diez de la mañana.” Respuesta de Manuel García Sesma (7-10-1970): “Anteayer, 5 de los corrientes, me entregaron tu carta del 27 del pasado mes y ya puedes figurarte el efecto doloroso que me produjo.  De momento, me quedé atontado, sin querer dar crédito a lo que estaba leyendo; y en seguida, fue como una explosión o desgarramiento en mi corazón. De manera que era cierto que había muerto mi madre (q. e. p. d.). Pensé escribirte la misma tarde, pero estaba deshecho de pena y no tuve ánimos más que para entrar en una iglesia y pedir a Dios por ella.”
[45] Renoncement (Gurs, 17-XII-1939).


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