EXILIO COMPARTIDO
JESÚS BOZAL ALFARO
“Hay
cosas que no se pueden comprender ni interpretar bien, si no se viven.”
Manuel García Sesma, "Psicología del
Concentrado".
A Suzy Valats
INTRODUCCIÓN
Ma patrie, c´est la langue française,
Joseph Hanse
Escribe Denis
Konikian, armenio nacido en Francia, que ser exiliado, “c´est être ex quelqu´un, venu de quelque part à la suite d´une
violence. C´est sortir de son île pour devenir un il
quelconque, jamais plus soi-même, c´est-à-dire plus jamais un être accordé à
une terre »[1].
Fue éste sin duda el caso del protagonista de este trabajo, Manuel
García Sesma, y, por extensión, de su corresponsal, Suzy Valats. Sin embargo,
por uno de esos azares de la vida, ambos iban a compartir, durante dos años y
medio (1939-1942), a través de la escritura, todos los acontecimientos, grandes
y pequeños, que rodearon sus vidas durante aquella época. Y ambos participaron
en la elaboración de unos textos (cartas, poemas, ensayos, relatos, y un
Diario) en los que la primera persona, las dos primeras personas, se convierten
en testimonios excepcionales de la tragedia del exilio español de 1939. La
escritura fue para ellos una tierra, una patria compartida, en la que pudieron
expresarse libremente.
“Rappelez-vous qu´au-dessus de la souffrance, il y a toujours une
mélodie.” Maintenant elle comprenait encore mieux! Cet homme, cet exilé avait
aussi sa mélodie, c´était: écrire! Et oui, à force d´enfouir toute sa
souffrance dans le secret de son coeur, il n´y pouvait plus tenir, son coeur
débordait, éclatait, alors, sur les pages blanches son coeur s´épanchait. Tout
ce qu´il ne pouvait dire, tout ce qu´il taisait, tout cela jaillissait sous sa
plume. Alors, elle se l´imagina penché sur son bureau, écrivant... » [2]
« No olvide
que por encima del sufrimiento, existe siempre una melodía.” ¡Ahora comprendía
mucho mejor! ¡Este hombre, este exiliado tenía también su melodía, y era:
escribir! Ni más ni menos, a fuerza de esconder todo su sufrimiento en el
secreto de su corazón, no podía aguantar más, su corazón se desbordaba,
estallaba; entonces, sobre las hojas en blanco su corazón se desahogaba. Todo
lo que no podía decir, lo que se callaba, todo eso brotaba de su pluma. Se lo
imaginó entonces encorvado sobre su mesa, escribiendo…”
Este pequeño
párrafo, sacado de un texto en francés, El
escritor exiliado ("L´écrivain exilé") dedicado por Manuel García Sesma a
Marie Germaine, una de tantas mujeres francesas que se solidarizaron con los
exiliados españoles, pone de manifiesto la importancia que, para aquellos
escritores de 1939, alcanzó la escritura: el desahogo intelectual y humano. Acostumbrados
a mantener un diálogo directo, a través de los periódicos, libros,
conferencias, con el público de su país, el simple hecho de atravesar una
frontera supuso la ruptura con su discurso narrativo, además de la pérdida momentánea,
al menos, de todo contacto con sus potenciales lectores.
Además, las
terribles condiciones en las que vivían en los campos de concentración, en un
ambiente, como escribe el propio autor,[3] de “desinterés cognoscitivo por lo actual”, hacía
más difícil todavía la tarea de escribir, aunque, como él mismo confiesa, fuera
el único estímulo que podía aliviarle: “Únicamente
cuando este análisis implica una realización artística o científica, puede
significar un alivio.” [4]
Pero, ¿para qué
escribir?; ¿para quién?, y ¿en qué lengua? En español, no, porque en el país de
acogida se hablaba francés. En francés, difícilmente, ya que para expresarse en
esa lengua, necesitaba dominarlo, y un campo de concentración no parecía el
lugar más adecuado. Sólo el Diario
íntimo, en español, como desahogo personal, o la correspondencia, la comunicación
productiva con el otro, podía hacer triunfar el yo de la “embestida de los instintos, por un lado, y de los factores externos,
por otro...”[5]
En ese sentido,
la voluntad/necesidad de Manuel García Sesma de compartir cualquier espacio de
escritura estaba implícito en su vocación de escritor/comunicador. En el caso
de Suzy Valats, su corresponsal, basta con leer su primera carta para descubrir
en ella el mismo interés. No sorprende,
por lo tanto, que, dentro de ese contexto epistolar, surjan en paralelo textos
literarios en los que intervienen las dos voces, que, en comunión perfecta,
como Machado con el pueblo soriano, acabarán por crear una lengua mestiza: la
lengua del exilio de Manuel García Sesma.
Encontrados pues
los destinatarios de la escritura, faltaría por saber para qué escribía Manuel
García Sesma. La respuesta parece evidente: para “poder vivir” (Campo de los
almendros 450), como escribiría Max Aub, y para que su testimonio escrito fuera
útil a la cultura y a la historia de su país.
I.- VOCES EXILIADAS
Para
estudiar esta victoria del yo – primera
persona – en el duro contexto del exilio, es necesario comenzar presentando
brevemente a sus protagonistas: Manuel García Sesma (Fitero, Navarra, 1902-1991),
exiliado, 37 años; y Suzy Valats, estudiante de la Escuela de Magisterio de
Albi (Tarn), 19 años.
MANUEL GARCÍA SESMA (1902-1991)
Alumno brillante
desde niño, inició su carrera literaria siendo todavía seminarista en Tudela
(Navarra). Profesor de enseñanza secundaria en Tarazona y Madrid, colaboró asiduamente
en algunos de los periódicos de todas las ciudades en las que residió: El Porvenir Agrícola y El Ribereño Navarro, de Tudela, entre
1922 y 1929; Trabajadores (Pamplona);
La Rioja, de Logroño, en 1926; La Región (Santander); Trabajo (Burgos);
El Socialista (Madrid).
Fiel
al gobierno legítimo de la República, formó parte de su ejército durante toda
la contienda civil, atravesando la frontera, camino del exilio, el 9 de febrero
de 1939. Después de más de siete años en Francia - 16 meses en campos de
concentración (Saint-Cyprien; Gurs, Argelès-sur-Mer); 36 en compañías de
trabajo forzado (184 y 160) y 12,
deportado por la Gestapo, en el Lager Franche d´ Hennebont (Morbihan) -
emigró a México, permaneciendo en ese país hasta el año 1973. De regreso a su
pueblo natal, Fitero, moriría en 1991.
Alumno
brillante desde niño, Manuel García Sesma estuvo interno, de 1913 a 1923, en el
Seminario de Tudela. Allí comenzaría su prolija labor literaria, que le
llevaría a colaborar en periódicos como El
Porvenir Agrícola y El Ribereño
Navarro, de Tudela, entre 1922 y 1929; La
Rioja, de Logroño, en 1926; La Región
(Santander); Trabajo (Burgos); Trabajadores
(Pamplona), El Socialista (Madrid). Profesor
de enseñanza secundaria en Tarazona (Zaragoza) y Madrid, fue vocal del Ateneo
de Madrid durante la presidencia de Fernando de los Ríos (1934-1935). Durante la
Guerra Civil, combatió en el bando republicano, cruzando la frontera francesa el
9 de febrero de 1939. En Francia tuvo que pasar por 4 campos de
concentración y dos compañías o grupos de trabajadores extranjeros y campos
alemanes: Saint-Cyprien (P.O.), 9-02-39
/ 8-07-39; Gurs (B. P.), 8-07-39 /
16-01-40; 184 C. T. E. (Balloire,
Maine et Loire), 16-01-40 / 21-06-40; Argelès-sur-Mer
(P.O.), 24-06-40 / 22-10-40; 160 G. T.
E. (Saint-Maurice d´Ibie, L´Ardèche), 24-10-40 / Noviembre, 1942; Lager
Franco de Hennebont (Bretagne)-Base de Lorient (Morbihan), abril-43 /
26-07-43.[6] Tuvo que
trabajar además, forzosamente, para los alemanes: Lorient (Bretagne), El Lager
de Bernay (Eure), Julio-1943 /octubre-1943; Dieppe, Neufchatel-en-Bray,
Esclavelles-Bouelles (Normandie),
octubre-43 / febrero-44; Saint-Cyr-en-Bourg /La Perriere (M. et
L.), entre julio-43 y agosto-44. Tras la Liberación, 1945, residió en
Saumur (Maine et Loire), hasta su traslado a México en 1947. Fue colaborador de
L´Espagne Républicaine, publicó un ensayo, Le
Secret de Marceline Desbordes-Valmore, en Lyon[7], y
ocupó durante un curso el puesto de répétiteur
en el Collège Yolande d´Anjou de Saumur.
SUZY VALATS[8]
Suzanne Emilia
Valats nació en Gaillac (Tarn), el 19 de noviembre de 1919, en el seno de una
familia de carpinteros.
“Pupille de la Nation”, como hija de víctima de la guerra, permaneció en un
internado religioso (“pensionnat religieux”) (Cahors, Lettres) hasta los 15
años y medio. Terminados sus estudios de magisterio en 1940 - Ecole
Normale de Jeunes Filles – Albi (Tarn) – comenzó
a ejercer como maestra en el pequeño municipio de Cruzi (Tarn), durante los
cursos 1940-1941 y 1941-1942. Casada con René Vianès en julio de 1942, se
trasladará, durante los tres cursos siguientes, a Roquecourbe. Allí nacerá (2
de mayo de 1943) su única hija: Marie Hélène Viescou. En Viviers les
Montagnes permanecerá otros dos cursos, hasta su traslado definitivo a la Ecole
Villegourdon Garçons de CASTRES (1945 - diciembre de 1974), en donde se
jubilará.
2.- Espacio y tiempo del exilio
compartido: Francia (Campos de Concentración, Albi-Cruzi), 1939-1942.
“Si todos los que nos hemos visto envueltos en esa catástrofe
narrásemos nuestra vida, la aventura patética y extraordinaria de nuestras
existencias, se recogería en un documento histórico de capital importancia, de
valor incalculable, que superaría a cuanto la imaginación más poderosa hubiese
podido construir en horas de exaltación o de insomnio.” La cita de Federica
Monseny[9] nos sitúa
en el contexto exacto en el que se mantiene la relación entre nuestros dos
personajes desconocidos, que se cuentan, a la primera persona, sus vivencias de
exiliados.
Es cierto que
Suzy Valats no puede ser considerada oficialmente como exiliada. No obstante, la
lectura de sus cartas deja claro que no sólo comparte las circunstancias del
exilio de su corresponsal, sino que van a marcar definitivamente su vida.
En su ensayo “Psicología del Campo de Concentración”, Manuel
García Sesma retrata así su propia experiencia de concentrado:
“Un
concentrado es, en principio, un penado no delincuente: un buen ciudadano a
quien en un momento dado, se arranca de su residencia, confinándolo en un prado
o en un establo, al margen de la ley y de la vida civilizada. De la
libertad pasa repentinamente al encierro, del trabajo a la inanición, de la
comodidad a la miseria, de la holgura a la estrechez; en una palabra, del
desarrollo normal de la existencia a un desenvolvimiento violento y anormal...”[10]
Para soportar aquella
situación límite (angustia, inseguridad, incertidumbre,…), aquellos hombres y
aquella mujeres necesitaban imperativamente de algún estímulo exterior o
interior. Por supuesto, la memoria jugó en ese sentido un gran papel: el
recuerdo de su patria, de su familia, de su pueblo. También la imaginación
(reina de los campos). Lo novedoso, en este caso, es que el escritor Manuel
García Sesma tuvo la suerte de encontrar a una mujer, Suzy Valats, que le ayudó
a sobrevivir a aquel infierno gracias a su intercambio epistolar con ella.
II.- LA ESCRITURA A
LA PRIMERA PERSONA: LA CORRESPONDENCIA.
1.- ESCRITURA, IDENTIDAD Y EXILIO.
Obviamente, como hemos afirmado antes, escribir
desde los campos de concentración no era fácil. A pesar de todo, Manuel García
Sesma no dejó de hacerlo nunca en español. Más, ¿cómo encontrar a un lector
siquiera, que no fuera de su propia lengua, y que, en aquellas circunstancias, escuchara
su voz de desterrado? Y, por otra parte, ¿cómo comunicarse con él si no
dominaba el francés? De manera que, cuando encuentra a Suzy Valats, se le
plantea la primera duda: escribir en francés o en español:
¿La escribiría en francés...? ¿La haría en castellano..? En castellano
es más fácil para mí, en francés, más agradable para ella. La solución, pues,
era bien obvia. Se trataba de darle gusto a ella y no precisamente de
contentarme a mí.[11]
El francés representa, por lo
tanto, la lengua vehicular de su YO desterrado:[12]
Aunque no domino bien el
francés, me ha resultado bastante aceptable, sobre todo, en el fondo… He titulado mi poema “Rêverie”. Mis ensueños son tan bonitos como
deliciosos. Me figuro que le gustarán. Además he formado con ellos un lindo
ramillete que le ofrezco en los últimos versos, con la gentileza de un abate
versallesco:
Suzy,
poupée
d´Albi
aussi
charmante
et
belle que France:
Acceptez-vous
comme un bouquet
mes
compliments d´ami galant,
brodés
de fleurs et de baisers,
comme
le voile d´un madrigal... »[13]
Escribiendo en
francés, recupera su condición de escritor, sin perder sus señas de identidad.
Escribe en francés como si lo hiciera en español. La tierra de acogida[14], Francia,
la real (los campos) y la de la imaginación (el espacio imaginario de la
escritura), le van a permitir, gracias a la ayuda de Suzy Valats, transformar
su discurso en castellano en un discurso en francés. Y en ese contexto, el yo y
el tú – que también se expresará a la primera persona - convivirán, a
distancia, en el espacio común y compartido que ellos mismos han elegido para hablar
en primera persona de su exilio.
2.- 126 CARTAS: 6 DE MAYO DE 1939 – 7 DE
MARZO DE 1942.
El encuentro
entre ambos se produce de una manera casual. Así lo cuenta él en su DIARIO[15] (20
de mayo de 1939):
Gracias a la complicidad de
nuestra amable compatriota, Isabelita R., los aludidos compañeros han logrado
entrar en secretas relaciones con algunas bellas chicas de la Ecole Normale de
Jeunes Filles de Albi. He aquí cómo el ladino don Juan español, al cabo de
siete siglos, pretende tomar desquite incruentamente de las cuchilladas del
bárbaro Montfort. ¿Y si tomara también yo parte en esta interesantísima
cruzada....?
Cuando se decide, un compañero encuentra
para él una estudiante de Albi, Suzette Valats. La primera carta es de ella. Así
lo cuenta en su Diario (Suzette):
“9 de Mayo. El día de mayor emoción desde que atravesé la frontera. Al fin he recibido una carta; la
primera[16]
carta. ¿De quien...? De mi familia..? Por desgracia, no. No sé nada de ella
desde Enero pasado. Ni ella de mí. Sin duda que me darán por muerto... La carta es de Suzette V. No la esperaba. Y me ha emocionado. Es una epístola sencillamente encantadora.
Refleja un alma deliciosamente femenina. Parece una muchacha franca, sencilla y
efusiva.”
En esa primera carta, Suzy
Valats confiesa ya su compromiso rotundo, directo, con el exiliado: “Je
veux bien être pour vous une
petite amie inconnue qui viendra égayer votre solitude et votre exil.” (Quiero
ser para usted una amiguita desconocida que vendrá a alegra su soledad y su
exilio).
Irá mucho más
lejos. Quiere mantener con él un contacto que dure todo el tiempo de su exilio
(“votre exil”). De esta manera, la lengua francesa, utilizada por su “amiga”, se
convertirá en la compañera fiel, en la patria protectora, de la que habla Amin
Maalouf (Beyrouth, 1949):
“Le
français est pour moi un compagnon fidèle, chef des fantasmes, gardien contre
les dérapages et la solitude dans un pays qui n´est pas le mien.”[17]
La correspondencia (1939-1942).
Internado
en el Campo de Concentración de Saint-Cyprien (Pirineos Orientales), la primera
carta de Suzy Valats está fechada tres meses después de su llegada, el 6 de
mayo. Para él, aquella correspondencia será fundamental, pues, además de darle
la posibilidad de “evadirse”, aunque
fuera sólo con la imaginación, de los campos de concentración en donde vive, le
permite reencontrarse con su yo de
escritor universal:
“Mi iniciación como escritor en francés comenzó el 6 de mayo de 1939,
en el Campo de Saint‑Cyprien por un intercambio amistoso de correspondencia con
una estudiante de l9 años, de la Escuela Normal de Albi: Mlle. Suzanne Valats… ( ) Nuestra correspondencia se mantuvo hasta mediados de l942 en que,
acabada ya su carrera, Suzy se casó.”[18]
Al
mismo tiempo, aquella relación epistolar suponía un gran reto personal, ya que
estaba obligado a trabajar el francés si quería mantener con ella una
correspondencia de cierto interés. Los elogios de ella no tardarán: “No, usted
no es un sabio en el sentido que me ha descrito, amante de teoremas y
coleópteros, sino, a su manera, le encuentro muy preparado.”[19] El
escritor-concentrado, además de vaciar su corazón, busca en la escritura la
expresión/el testimonio de su yo vital (en
lucha constante, en su caso, contra la injusticia[20]) y
de su yo como escritor. Es decir: su
curación.
Así,
desde el principio, los sentimientos de amistad, confianza, apoyo, consuelo, se
expresan entre ellos con absoluta y total libertad; a pesar de la distancia, de
su situación personal y del hecho de no conocerse físicamente: “Il ne faut pas avoir peur de me demander
quoi que ce soit, chéri. Nous n´avons rien à nous cacher l´un
vis-à-vis de l´autre, n´est-ce pas?”[21]
(No tienes que tener miedo en
pedirme lo que sea, querido. No tenemos nada que ocultarnos, ¿no es así?) Por
eso le pide incluso que escriba para ella ensayo sobre temas diversos, que tienen
una relación directa con el yo personal: la amistad entre jóvenes de ambos
sexos; el amor a través de la correspondencia; la felicidad; la mujer
maquillada:
1º.- Dites-moi ce que vous
pensez de ceci: croyez-vous que l´amitié
seule peut exister entre jeunes gens et jeunes filles...? S. V. (Carta 2 : 15-V-1939).
2º.-
Ce soir ma voisine
d´étude m´a posé cette question: Crois-tu
qu´on puisse aimer sincèrement le jeune homme avec lequel on correspond? Que
l´amour naisse rien que par la correspondance...? Voulez-vous me dire ce que
vous en pensez? S. V. (Carta 3 : 23-V-1939).
3º.- Voulez-vous me parler du bonheur? Comment vous apparaît-il pour vous
et la femme que vous aimeriez? S. V. (Carta 5 : 10-VI-1939).
4º.- Une dernière question à laquelle je te demande de
répondre franchement. Aimes-tu une femme
maquillée? Non pas maquillée comme un tableau de peinture, mais discrètement. S. V. (Carta 25: 27-X-1939).
Etapas de la correspondencia.
La
correspondencia, la expresión más pura del yo
confidencial (Suzy Valats), frente al otro/usted-tú (Manuel García Sesma), va
narrando los itinerarios y las vivencias vividas por ambos durante ese tiempo, hasta
el momento en que, tras encontrarse en Castres, ella le anuncia que se casa.
Carta que, por cierto, sólo conocemos, hasta ahora, a través del relato en
francés, VIDE [22]:
Ce
fut le 18 Mai 1942. Je m´en souviens
parfaitement. Je venais de prendre
un bain dans les eaux de l´Ibie. Il faisait chaud. C´était midi. Lorsque je suis arrivé chez moi pour déjeuner, mon camarade
Mateu me donne une lettre. J´ai reconnu
tout de suite l´écriture et je la
décachetai immédiatement. Quelle surprise si extraordinaire! Son premier
mot me fit l´ effet frappant d´un coup de feu à bout portant. Depuis trois ans,
les lettres de cette jeune fille commençaient toujours par une expression
touchante. Cette fois, sans l´attendre, à l´ improviste, le commencement n´était
qu´un mot, un mot simple et sec, comme la détonation d´ un revolver. Le
reste.....
(Cuando
llegué a mi casa para comer, mi camarada Mateu me da una carta. Reconocí
enseguida la escritura y la abrí inmediatamente. Qué sorpresa tan
extraordinaria! Su primera palabra hizo en mí el efecto impactante de un tiro a
quemaropa.)
Un texto en el
que el yo aparece introduciendo 21
verbos a la primera persona, mientras que el tú lo hace en 7 y ella (elle) en
otras 7. Evidentemente,
este tiempo compartido sólo puede durar si ninguno de los dos traiciona el
clima de total confianza y sinceridad (respeto al otro yo) que ella le exige en
una carta:
"Merci, mon petit ami aimé. Je suis maintenant bien plus
tranquille, car j´ai confiance en
vous. Oh! je vous en prie, ami
Manolo, ne trompez jamais cette
confiance (no traicione mi confianza), je serais trop malheureuse. Vous m´avez dit la dernière fois, que
vous vouliez me voir toujours gaie et joyeuse, vous avez le moyen de me faire
prendre l´état qu´il vous plaira. Suivant ce que vous m´écrirez, suivant ce que
je lirai dans vos lignes (et entre
les lignes!) je serai gaie ou
triste. Maintenant que je vous ai
fait cette confidence (car c´est une grande) vous pouvez faire ce que vous
voulez, mais je sais que vous ne
voudrez pas me faire de la peine."[23]
Escenarios de la correspondencia.
El
primer escenario de este carteo tiene como contexto geográfico el campo de
concentración de Saint-Cyprien (febrero-julio 1939) y la Escuela Normal de Albi:
cartas 1 a 12. Obviamente, aquella correspondencia está influenciada por el contexto
vital de cada uno, reflejado en el tono, la extensión, el flujo de cartas (31,
en 1939; 27, en 1940; 66, en 1941, y 4, en 1942), y los temas abordados. La
importancia de aquella mujer en su vida reside en el hecho de que no sólo se
compromete a ayudarle moralmente, anímicamente, sino que también acepta
colaborar con él en la corrección de sus escritos en francés. Así, antes de salir del campo de Gurs (16 de enero de 1940) con destino a
Montreuil-Bellay (160 G.T.E.) – cartas 13-32 -, Manuel García Sesma le envía su
poemario “A l´ombre d´un Ange”.[24]
La reacción de ella viene a confirmar esa voluntad de compartir discretamente
esa tierra común y liberadora:
"Manolo,
j´ai pleuré en lisant "à l´ombre d´un ange". Tu ne
pourrais savoir comme je suis heureuse d´avoir inspiré à mon ami de si belles
choses. J´ai pleuré parce que tu es
malheureux, parce que je sais que
tu m´aimes autrement que
comme un ami et un frère, n´est-ce pas, chéri?
Manolo,
tu es pour moi l´homme qui mérite le plus d´être aimé. Ce serait mon plus grand bonheur que de
pouvoir te dire un jour: "Manolo, mon petit, j´ai oublié tout le reste, et
je t´aime comme tu le veux."
Manolo, peut-être te dirai-je cela.
Je suis heureuse en y pensant, et toi, serais-tu heureux si cela se
réalisait? Je te demanderais pourtant quelque chose: ces quelques lignes que je
viens d´écrire, ne les mentionne pas sur ton "journal", garde-les
dans ton coeur. »[25]
De
Balloire[26] (Maine et Loire) – tercer
escenario del exilio - es trasladado al campo de concentración de
Argelès-sur-Mer (21 de junio de 1940), tras el Armisticio, pocos meses antes de
que ella sea nombrada maestra de Cruzi[27], y
él dude o no pueda en ese momento[28] a
México.
Su
destino definitivo (Saint-Maurice-d´Ibie, Ardèche, 23-10-1940) – cuarto y
último escenario - se convertirá en el más importante de esta relación
epistolar. Suzy Valats está a punto de casarse. Sin embargo, sigue expresando
en sus cartas su deseo de mantener esa correspondencia al margen de cualquier
circunstancia personal[29] y se
da cita con Manuel García Sesma para mantener un encuentro en Castres (el 12 de
julio de 1941). Tras el cual, le escribe una carta en la que abre de par en par
su corazón:[30]
"Mon amour. J´ai vécu près de toi
les plus beaux jours de ma vie. Lorsque je
suis venue vers toi, je savais
ce que cela signifiait pour moi. Mais je
n´aurais jamais pensé à une si
magnifique révélation de l´Amour. Je ne
voudrais pas que tu accuses ta faiblesse, ta maladie. Tu m´as donné trop d´amour, trop de passion
pour que je pense à cela. Oublie-les aussi, tu veux? Pense seulement que je t´aime, que je t´adore, que je suis à
toi comme jamais je n´appartiendrai à un autre. Ta petite. Suzy."
Suzy
Valats se casaría un año más tarde de ese encuentro (22 de julio de 1942) con
un compañero de profesión, René Vianès, en Gaillac (Tarn), y moriría en Castres
el 29 de diciembre de 2000.
III.- LA ESCRITURA COMO PATRIA DEL YO COMPARTIDO. LA LENGUA A LA
PRIMERA PERSONA DEL EXILIO.
La
lectura de las 126 cartas que constituyen esta correspondencia, paralela al Diario
(Suzette) en el que el exiliado Manuel García Sesma comenta las 6 primeras
cartas de su amiga (6 de mayo / 19 junio 1939), nos permite comprender hasta
qué punto los dos comparten – y expresan a la primera persona - no sólo un
tiempo histórico y personal, sino todo un conjunto de sentimientos, opiniones,
gustos personales, etc.: “Quel bonheur ce
serait de se retrouver le soir après notre travail et de pouvoir causer de tout
ce que nous
aimons: poésie, musique, littérature, philosophie, art...”[31]
Estas
cartas representan, además, un testimonio indirecto de la vida en unos campos
de concentración, que Manuel García Sesma describe como:
“… ataques a la dignidad humana y una baldón
para la civilización. Estudiar desapasionadamente sus efectos
embrutecedores aunque solo sea desde el punto de vista psicológico, es una obra
de verdadera ciencia y de alta filantropía. La luz alumbra y, a veces, cura.[32]”
35 MESES DE CORRESPONDENCIA
MESES
|
1939
|
1940
|
1941
|
1942
|
Total
|
Enero
|
4
|
5
|
2
|
11
|
|
Febrero
|
3
|
3
|
1
|
7
|
|
Marzo
|
2
|
5
|
1
|
8
|
|
Abril
|
2
|
3
|
5
|
||
Mayo
|
3
|
4
|
8
|
15
|
|
Junio
|
7
|
0
|
14
|
21
|
|
Julio
|
5
|
2
|
11
|
19
|
|
Agosto
|
3
|
1
|
3
|
7
|
|
Septiembre
|
3
|
3
|
2
|
8
|
|
Octubre
|
4
|
2
|
3
|
9
|
|
Noviembre
|
3
|
2
|
3
|
8
|
|
Diciembre
|
3
|
1
|
6
|
9
|
|
TOTAL
|
31
|
27
|
66
|
4
|
A
lo largo de los dos años y medio, estos dos personajes de novela van a
compartir un tiempo (1939-1942) y un espacio (Francia) como protagonistas de
una aventura que ellos mismos (yo, tú, usted, nosotros) vivieron y narraron en
primera persona. Nos contarán lo que hacen, lo que les gustaría hacer en el
futuro. Utilizarán para ello los verbos al tiempo y modo correspondiente a cada
momento: presente (18), futuro
(54), condicional (26), subjuntivo (4), e imperfecto (22) para describir los
sueños. La esperanza de una vida mejor, después del exilio, dominará,
como no podía ser de otra manera, esa escritura compartida.
A la primera persona : je, tu/vous, nous.
En
ese espacio construido por ellos mismos, Suzy Valats vuelca su corazón
completamente. El yo/je libremente
expresado y solidario (repetido 2783 veces: 55´9% del total de pronombres
empleados) se dirige siempre a una única persona: VOUS de cortesía, de educación,
en las 14 primeras cartas, o tú (1712, 34´4 %) en el resto. Se trata de un yo y un tú que, en este contexto epistolar, se fundirán poco a poco en el
plural nosotros (484, 9´7%) como símbolo de esa patria común en la que habitan.
El
empleo reiterado del “je” implica obviamente una presencia activa en aquella
historia compartida, haciendo a través de él el recuento de sus actividades,
opiniones, sueños y sentimientos:
« Je n´arriverai jamais à te rendre 780
jours d´attente, 780 jours où tu as
pensé à moi, toutes les heures où tu
m´as écrit! Heureusement que je t´ai rendu 779 jours
identiques »[33]
Y
frente al yo, el pronombre
colectivo nosotros servirá para
sintetizar en una palabra un intercambio epistolar que, además de generar
conocimiento (la relación de dos personas en el contexto del exilio), nos lleva
a sacar una conclusión práctica: la escritura les protegió y les salvó. A él,
por supuesto, ya que encontró en ella, y en su intercambio epistolar, el único
lugar de libertad. A ella también, pues este carteo fue quizás el periodo de su
vida en el que se sintió más libre y feliz: “Manolo, du courage. Je t´aime,
tu le sais. Jamais je ne pourrai me passer de toi. Tu es ma consolation, mon idéal.”[34]
Un universo, el de la escritura, que,
construido y compartido por los dos (je-tu;
je/toi; tu/ma-mon) iba a permanecer en el anonimato por voluntad propia:
« Mais notre amour nous sera encore plus cher parce qu´il sera
seulement à nous deux, que personne ne le connaîtra. »
(Más nuestro amor será más sentido
puesto que será sólo para los dos, que nadie lo conocerá.)
« Maintenant, puisque "Suzette" sera rien que pour
nous deux, je n´ai pas besoin d´en continuer la correction pour une
publication, n´est-ce pas chéri? » (Carta 82 : 3 junio 1941)
« Tu me parles de la
publication de la "Sonate de
Castres"; mais vois-tu que
ce n´est pas trop personnel, qu´on ne devrait pas supprimer de noms propres:
Castres, l´Agout, par exemple? J´ai peur
que si cet ouvrage tombait entre les mains de gens qui me connaissent, on m´y
voit trop facilement. Tu ne crois pas, toi?
Je sais que s´il fallait supprimer des noms de lieux, le recueil
perdrait de son caractère; mais je ne voudrais pas non plus que ces pages me
compromettent. Tu
comprends?” (Carta 114: 7 noviembre 1941).
El pronombre “nous” encierra además
otros simbolismos. En primer lugar, el deseo de conocerse, de
encontrarse: “Savez‑vous que je garde toujours l´espoir: que nous nous rencontrerons
un jour? » (« ¿Sabe
que conservo siempre la esperanza: que nos encontraremos un día? Y, frente a una realidad que
se lo impide, el mismo “nous” aparece como la llave que abre las puertas al
sueño: « Ami j´ai rêvé de nous cette nuit. »
El
nous simboliza así mismo ese universo
que han construido juntos a través de la correspondencia. Nous, en este caso, no es la suma del yo y del tú, sino el
terreno propio, exclusivo, que los reúne:
“Si tu savais comme tu me
manquerais si tout à coup nous ne pouvions plus nous écrire. (Carta 15.)[35];
Tu comprends, maintenant je sais que je peux faire quelque chose pour toi,
alors nous allons travailler ferme tous les
deux, ton livre sera vite terminé. Il
faut qu´il ait du succès tu le mérites tout, mon petit! » « Je voulais te dire: "Puisque maintenant
tu ne peux continuer la Symphonie Pathétique; veux-tu écrire, pour nous deux, l´histoire de notre amitié?". » « Pour rien au monde je voudrais que nous nous quittions,
car je sais que jamais je ne retrouverai un ami tel que toi. » « Rien ne sera un obstacle à notre amour: ni
liens, ni lois, ni le ciel, ni l´enfer.
Tu seras à moi et nous unirons nos vies
malgré tout et malgré tous." « Je ne t´abandonnerai jamais, parce que je t´aime. Et je t´aimerai.[36]»
Para valorar el
empleo de los diferentes pronombres de la primera persona, hemos confeccionado
un cuadro comparativo, a partir de cuatro textos escritos por Manuel García
Sesma durante el tiempo de esta relación. Una primera observación nos lleva a constatar
que la relación yo/tu es más
equilibrada (47´6 % / 44´4%) en el poemario, A l´ombre d´un ange – escrito por él, y leído y corregido por ella -
que en las cartas; pero mucho menos que en Idylle
de Castres, en el que el yo (76´7 %)
del autor no deja a penas espacio al tú
(7´7 %). Podría ser debido a que en el primer caso, ella – el tú – es para su autor la verdadera protagonista del
poemario; mientras que Idylle de Castres
es el epílogo a su relación amorosa. También puede observarse en esta tabla
comparativa que, cuando escribe en español –antes de conocerla -, estas
presencias a la primera y segunda persona son muy escasas (0´15 % / 0´42 %). Lo que indicaría que fue el
encuentro con Suzy el que despertó en él el deseo irrefrenable de dar
testimonio de su vida de exiliado.
TABLA COMPARATIVA
Palabras
|
%*
|
Je
|
Tu/Vous
|
Nous
|
|
A l´ombre d´un ange
|
8. 039
|
126
1´6 %
|
60
47´6 %
|
56
44´4 %
|
10
7´9 %
|
Idylle de Castres
|
14. 782
|
416
2´8 %
|
319
76´7 %
|
32
7´7 %
|
65
15´6 %
|
126 Lettres
|
84.891
|
4979
5´9 %
|
2783
55´9 %
|
1712
34´4 %
|
484
9´7 %
|
Poemas de destierro
|
3.327
|
22
0´006 %
|
5
0´15 %
|
14
0´42 %
|
3
0´09 %
|
* Suma de los
pronombres : je, tu, vous, nous.
Las cartas de
Suzy Valats recogen, efectivamente, todo lo que compartieron. En primer lugar,
un contexto histórico marcado por el final de la guerra de España y la
preparación y desarrollo de los acontecimientos históricos vividos en Francia entre
1939 y 1942. Además de Francia, las cartas señalan otros contextos geográficos
importantes: España (Madrid,…) y México, como posible lugar de destino, que
rompería aquella relación:
Mi querida Suzy, escribe Manuel García Sesma en su Diario: “termino esta carta, recordándole tristemente este fragmento de otra mía
anterior: Si pudiera obedecer a mi corazón, aceptaría de buen grado su consejo
de quedarme en Francia. Desgraciadamente mi singular situación me obliga a no
obedecer más que a mi cabeza... ¡Qué desgracia!” (Respuesta a la carta
número 6 de Suzy, fechada, aproximadamente, hacia el 17 de junio de 1939).
Para ella, su marcha supone la
pérdida de algo importante en su vida, aunque, generosa siempre, le anima a
tomar esa decisión:
“Oui, Manolo, j'approuve
entièrement ta décision d´embarquement pour l'Amérique. Cela m'attriste de te
savoir si loin, mais la vie et la liberté t´attendent là‑bas, Manolo chéri, il faut partir. » (Carta 51 :
25 septiembre 1940)
Comparten
además la misma ideología progresista. En sus cartas, Suzy Valats le habla así
mismo del ambiente social y político de su región: educación, prensa,
corrientes políticas, etc. Comenta con él, y le pide opinión, sobre los acontecimientos
políticos que se viven en Francia: armisticio, alianza ruso-alemana; y las consecuencias
de la guerra, que ella califica como “une oeuvre de mort”. En ese momento, está
expresándose el yo del concentrado
voluntario:
“J´ai beaucoup vu souffrir autour de moi depuis, et cela a dû avoir
une influence sur mon caractère… Mais
il m´arrive plus souvent qu´avant de réfléchir, de méditer longuement,
n´importe quand, mais surtout le soir, dans le grand dortoir sombre et calme,
avant de m´endormir, je pense alors
à tous ceux que j´aime, à tous ceux
qui sont partis ou qui vont partir. Je pense aux séparations cruelles, parfois
aussi j´imagine la joie du retour. Je pense beaucoup à toi aussi. N´est-ce
pas naturel? » (Carta 23: 17 octobre 1939)[37]
Suzy Valats comparte su
sufrimiento en cuanto comprende su situación en el campo de concentración:
“Hier soir
une camarade de troisième nous a raconté au dortoir la vie d´un camp de
concentration. J´ai écouté pendant un moment le récit du sort des pauvres
réfugiés. Mais à un moment, j´ai été
obligée de partir, je me suis enfermée dans ma cabine et je me suis mise à
pleurer en pensant que peut-être tu souffres comme eux. Oh! que je serais
heureuse si je pouvais faire quelque chose pour toi! L´idée de mon impuissance
m´est si pénible! Je voudrais tout un
jour te voir libre! Il me semble que le plus beau jour de ma vie sera celui de
ta liberté! » “Si tu savais - le dice en otra carta del 30 de enero de
1940 – comme je souffre de ta
souffrance et comme je souffre de mon impusissance!”[38]
Ayudarle,
acompañarle en ese sufrimiento, en todos esos momentos de duda, de dolor;
colaborar con él en el envío de las cartas a su familia, solidarizarse con él y
sus compañeros, maltratados por la prensa francesa[39], son
una constante en sus cartas. Por eso, cuando le pide que le haga unos guantes,
su reacción le parece a Manuel García Sesma tan conmovedora que escribe para
ella uno texto en francés, TRICOT, que, inédito, merece formar parte de las
obras de arte de la literatura del exilio:
“Pour
que tu n´interprètes pas mon refus systématique comme un brutal entêtement, je
veux bien que tu tricotes pour moi une paire de gants.” Lorsqu´Elle lut ces lignes son coeur fit un
bond. Peu s´en fallut qu´Elle ne
pleurât d´allegresse. Tricoter pour Lui...!
C´était le comble du bonheur. A la fin. Elle avait réussi à rendre quelque
service à son ami inconnu. Quelque service...? Elle en douta un
moment. Dans la situation où il se trouvait, une simple paire de gants
serait-elle réellement son plus urgent besoin...? Que cela était
étrange....! »[40]
En
sus cartas hay siempre un deseo constante de que aquella situación acabe cuanto
antes. De ahí esa especie de juego je/tu en muchas frases de sus cartas:
“J´ai reçu ta lettre du 8, où tu m´annonces une nouvelle rechute. J´en suis tout à fait fâchée, comme tu
penses, et je souhaite de tout mon coeur que tu te rétablisses bien vite. D´ailleurs, en ce moment, tu vas déjà mieux, n´est-ce pas? Et j´espère que tu ne retomberas pas de nouveau.
Il est vrai que "l´exilité" ne guérit que par la disparition
de sa cause!... Alors, je souhaite qu´elle disparaisse vite. » C 125.
Comparte
con él, por otra parte, siempre en primera persona, las vicisitudes de los
cambios de destino durante esos años: Saint-Cyprien, Gurs, CTE 160,
Argelès-sur-Mer, Saint-Maurice d´Ibie:
« Manolo, petit ami chéri,
j´ai vécu avec vous des heures bien
angoissantes. Depuis que vous m´avez
annoncé votre départ de St. Cyprien, j´attendais
si anxieusement votre lettre! Et vous voilà à Gurs, là où sont partis les miliciens qui étaient venus à la Croix
Rouge à Gaillac… Je vous en prie de
tout mon coeur, mon petit Manolo, il ne faut pas se laisser aller au
chagrin. Cela me fait déjà tant de peine
de vous voir malheureux. Ah! si je pouvais faire quelque chose pour
vous sortir de cet enfer où vous vivez. Mon petit, si vous ne pouvez vous
évader corporellement, partez du camp par la pensée, allez bien loin à travers
les montagnes et la plaine, venez jusqu´ici.
Là je vous attends toujours,
vous le savez, à tout moment je pense à mon petit ami chéri. Je
sais que dans ces camps on ne peut y vivre, au beau sens du mot, mais les
gendarmes et les fils de fer barbelés ne vous empêcheront pas d´avoir pour vous
sentir une intense vie intérieure, si belle et si forte que vous en oublierez
ce qui vous entoure.”
Y
los sueños de libertad:
« Sais-tu à quoi
je pense, maintenant? Je viens de faire un si joli rêve! Je rêvais que tu étais sorti du camp, que tu étais libre! (Soñaba
que habías salido del campo, que estabas libre.) J´étais venue
te chercher pour te conduire chez moi, tu étais devenu un frère, un grand frère
chéri, pour moi et maman était heureuse de nous voir, car nous nous entendions
si bien. S´il pouvait un jour se réaliser, te dire combien je serai heureuse est
impossible, cela est si grand que je ne puis l´écrire. Te voir heureux, tu ne
sais pas tout ce que cela représente pour moi, car tu ne me le dis pas, mais je
sais bien que tu souffres surtout moralement, et cela est plus affreux que la
souffrance physique. Je serais la plus
heureuse des femmes, si toi, mon grand ami chéri, tu pouvais un jour être
heureux par moi. »[41]
Todas las cartas
están ilustradas con expresiones de sentimientos positivos o negativos, cuando
se hace mención a los campos: piedad, fidelidad, respeto, arrepentimiento,
pesimismo, admiración, amistad, tristeza, dolor, celos, esperanza,… Pero, por
encima de todos, la expresión del sentimiento del amor se convertirá en el motor
fundamental de toda su relación. ¿Cómo es posible que se despierte este
sentimiento en unos campos en los que, como explica él mismo en su ensayo, Psicología de los Campos, la vida
afectiva es imposible?:
“El balance
afectivo del concentrado es un balance de bancarrota. En su activo solo figuran
los sentimientos inferiores y los inorgánicos, socialmente desvalorizados. En
cambio, los sentimientos
verdaderamente superiores, los que constituyen la ejecutoria de su nobleza
racional, apenas si se encuentran en los campos… En ellos crecen con
facilidad los cardos de los sentimientos egocéntricos más innobles, pero no las
flores de los altruistas y de los estéticos.”
Esta
imposibilidad le lleva a soñar, a la primera persona, su relación con Ella, en
un poema en prosa, Sinfonía de Argelès
(septiembre 1940), en el que el yo sublimiza
la importancia que tiene la presencia del otro, Ella, en su vida de encerrado:
“Yo soy un noctámbulo estelar y quimérico,
que marcha por un mundo de horrores del infierno. Hostigado por
todos los látigos y acosado por todas las jaurías, me paseo risueñamente noche y día, acariciando sueños de azur y
oro, encerrado en la arena y mis ojos en el regazo de las estrellas.
Y en ese mundo estelar, sin gendarmes ni
alambradas, me acompaña continuamente una misteriosa hada. Es linda como
una rosa, melancólica como un crepúsculo, e inocente como un ángel. Tiene ojos
de ámbar, cabellera de ébano y epidermis de seda. Su voz es de tierra alondra,
su mirada de tímida cordera, su continente de gentil princesa. Cosa
extraordinaria. Nunca la he visto y
la veo siempre. Adonde quiera que dirijo mis ojos, tropiezo
invariablemente con su imagen: en el mar, en las montañas, en los cielos; sobre
las olas, sobre las crestas, en los luceros. Nunca la he oído y la escucho siempre. Donde quiera que me
encuentre, distingo invariablemente el timbre de su voz: en la soledad, en la
sociedad y durante el sueño; en el campo, en la ciudad y en el ensueño. Nunca le he hablado y converso con ella
a todas horas, en cualquier sitio, hora y circunstancia, le dirijo
invariablemente la palabra: en la playa, en el bosque, en la campiña; con la
concha, con la mariposa y con la margarita. ¿No conoces esa hada misteriosa,
discreta, amante y linda...? Eres tú,
amada mía. Tu que no eres en mi vida más que un fantasma, una ilusión y a pesar
de todo, ocupas permanentemente mis sentidos, mis pensamientos, mi corazón.”
Un sentimiento,
el del amor a distancia, que comienza como un juego, y acaba cristalizando en una
realidad que pretende superar cualquier dificultad:
« Permets‑moi une
question que tu trouveras peut‑être une peu osée ou indiscrète, mais je te
donne par avance ma réponse personnelle. Oui. Voilà: est‑ce qu´un jour tu
accepterais que je t´aime même si je ne peux t´épouser, est‑ce que tu
accepterais d'être mon amant sans pouvoir devenir mon mari? »
« J´ai
peur de t´aimer » le confiesa en la carta 22. El amor compartido estaba
mostrándole ya sus límites: « Cela ne dépend plus ni de ma volonté, ni de
mon coeur. Je ne peux plus agir librement, chéri, tu comprends?” (Carta 96.)
Pero,
por encima del amor, escribió Machado, en referencia a su mujer, “está la
piedad”. Y es esa piedad, ese compromiso en el alma, lo que les unió para
siempre. Esa piedad que expresa constantemente ella hacia él, en los momentos
de su encerramiento, y que expresó él hacia ella conservando intactas, durante 52
años (Francia, México, España), sus 126 cartas.
Lengua y compromiso.
Las
cartas no son solamente una terapia, la apertura a un ambiente cultural nuevo,
a un futuro, sino también la reafirmación del compromiso permanente entre ellos.
Se comunican, se juran fidelidad, escribiéndose. Comparten, además, un mismo
sistema de interlocución, un código común. El se ha acercado al de ella, el
francés, y ella se ha acercado al de él: el español[42]. A
partir de ahí, ella no sólo es su alma gemela sino su alter ego de la escritura. Ella es también ella: una escritora del
exilio:
« J´accepte avec enthousiasme de
devenir ta collaboratrice. Mon rôle ne sera d´ailleurs pas très important, car tu ne fais pas
beaucoup de fautes. Seulement
quelques-unes qui pourraient passer inaperçues aux yeux de ceux qui n´ont pas
une grande habitude de livres et de la grammaire. Alors tu vois que ce n´est pas très grave. Je
crois que les fautes que tu fais le plus sont des erreurs de consonance, mais
c´est naturel tu m´entends pas assez parler français et c´est déjà bien beau de
l´écrire comme tu fais dans les conditions où tu vis. » [43]
Y
los dos, cada uno con su lengua, irán tejiendo, mientras siguen carteándose,
una lengua común, mestiza, que, todavía por estudiar, se plasmará principalmente
en dos textos: A l´ombre d´un ange e Idylle de Castres.
LA LENGUA DEL EXILIO: “A L´OMBRE D´UN ANGE”
Los dos forman fueron
corregidos por Suzy Valats y los dos han permanecido ocultos durante entonces. En
ese sentido, estamos totalmente de acuerdo con el historiador inglés, Henry
Kamen (El País, lunes 4 de junio de
2007), cuando afirma que: “La gran
víctima de tanto exilio fue España misma, más que los propios exiliados. Los
exiliados pudieron buscar otros horizontes, crearse nuevas fronteras, y
producir una semblanza cultural que la madre patria no podía imaginar. Ellos
ganaron, y con ellos la cultura hispánica. España, en cambio, perdió.”
En el poemario –
cuya lengua/lenguaje podría ser objeto de reflexión en otro Congreso - la
presencia del Yo, como individuo y
como escritor, en paralelo con el Tú (Suzy
Valats), ocupan la parte central de los mismos. Su autor trata de dejar bien
clara, a modo de autobiografía, su existencia y la del “ange” salvador. Como escribe
Helena López González de Orduña [44]: “L´autobiographie
devient alors autant un témoignage qu´une thérapie.” Y la terapia
consiste, en este caso, en la construcción de una lengua / una escritura a
partir de otro idioma (el francés), y sin que esa nueva escritura traicione su
identidad como escritor español. Así lo deja claro también María Teresa León,
en su libro, Memoria de la melancolía:
“Puede que esté inventando o que pinte sin
saberlo y con ansia un muro, como hacen los niños de las calles de Roma donde
dejan manos sueltas o bocas espantadas o mensajes de amor entre estrellas. Lo
cierto es que todo lo que estoy escribiendo no tiene ni deseo de perfección ni
de verdad [...] Se han evitado las palabras tristes en los libros para dejar
las heroicas. No sé si esta sequedad la encontraréis justa. Yo me siento aún
colmada de angustia. Habréis de
perdonarme, en los capítulos que hablo de la guerra y del destierro de los
españoles, la reiteración de las palabras tristes. Sí, tal vez sean el síntoma
de mi incapacidad como historiador. Pero no puedo disfrazarme. Ahí dejo
únicamente mi participación en los hechos, lo que vi, lo que sentí, lo que oí,
todo pasado por una confusión de recuerdos. (MM, 69).”
Manuel García
Sesma realiza el mismo trabajo: cuenta lo que sufre, lo que siente, lo que ven
sus ojos. Y lo reivindica desde su propio yo; esforzándose al mismo tiempo para
que su mensaje (sus poemas) sean el fiel reflejo de su conciencia y de su
capacidad intelectual para transmitirla.
Ocurre que su
testimonio, en un idioma diferente al suyo, no consiga, por eso mismo, superar
la barrera del silencio, quedando dormido en el fondo de un cajón; o
desaparezca o no sea valorado suficientemente, al ser considerado como un
testimonio literario de menor categoría:
“Dénombrements condamnés à demeurer
incomplets, dans la mesure où ces écritures privées et personnelles ne sont pas
destinées à une diffusion de masse, et, bien souvent, ne méritent pas d´être
proposées à l´attention générale, du fait de la médiocrité de leur style ou par
le peu d´intérêt des événements et des vies qui s´y trouvent relatés. Mais il est difficile, dans ce domaine, de
fixer les critères précis en fonction desquels un texte donné présente ou non
un intérêt littéraire ou historique.”[45]
El profesor Henry Kamen reivindica,
así mismo, el valor de esa literatura: “Por
el otro lado, los expatriados muchas veces crearon en el exilio una cultura
hispánica mucho más abierta y rica que la de la península.”
Una lengua que
no es, en el caso de Manuel García Sesma, ni española ni francesa, sino una
lengua mestiza a dos voces, como dice Katarina Melic hablando de Assia Djebar:
“Le “tangage” entre les deux langues lui a
permis (à Assia Djebar) de trouver sa propre langue d´écrivain. Lise Gauvin
considère cette proximité des langues, l´assimilation et la relation aux
langues comme le fondement même de l´écriture. “La quête de la parole
identitaire rejoint, fondamentalement, le souci de toute recherche d´art:
inventer une langue [46].”
Lengua mestiza,
a dos voces, que se convierte, gracias al trabajo (corrección, etc.) de Suzy
Valats en una lengua nueva: la lengua del exilio de Manuel García Sesma-Suzy
Valats. Una lengua que se busca y que se encuentra así misma, a pesar de las
dificultades, como una de las señas de identidad más importantes de su propia
escritura:
“Ce qui démontrerait que le véritable
exil pour un écrivain est celui de l´écriture – exil d´un langage qui sert
aussi, quand même, à marquer des limites, celles de ne pouvoir dire la juste
expression, les mots justes. C´est en cela que la fuite et l´exil sont
constitutifs de l´oeuvre littéraire perpétuellement en quête d´écriture [47]”:
“[...] je prends conscience de ma station permanente de fugitive – j´ajouterais
même: d´enracinée dans la fuite – justement parce que j´écris et pour que
j´écrive.”
(Lo
que demostraría que el verdadero exilio para un escritor es el de la escritura
– exilio de un lenguaje que sirve también, a pesar de todo, para marcar
límites, los de no poder decir la justa expresión, las palabras justas.)
En este caso,
quien intentaba encontrar la palabra justa podía ser él mismo, pero también
quien recibía los textos que le eran dedicados (Suzy Valats), los corregía y se
convertía ella misma en protagonista de su escritura. El lo intenta a toda
costa, consiguiendo, según la misma Suzy Valats, transmitir, a través de esa
lengua autotraducida, sentimientos comunes a todos los seres humanos, con un
lenguaje próximo al que emplearía cualquier escritor francés. “La cultura que se aprecia universalmente –
afirmará el profesor Henry Kamen – es
porque es universal, más que nacional.”
De todas las
maneras, es cierto que, a pesar de tener un estilo aproximado al de un escritor
francés, se nota, no obstante, la diferencia: construcciones gramaticales, elección
del léxico, tono, etc. Porque es imposible; porque la lengua de origen de
Manuel García Sesma es la lengua castellana y, como escribe el Dr. Freud, su
sustitución es prácticamente imposible: “la
pérdida del idioma con el que uno ha vivido y pensado y que nunca podrá
reemplazar por otro a pesar del esfuerzo y la buena voluntad”.
Sin embargo,
Manuel García Sesma no pierde en ningún momento la capacidad de expresarse en
un idioma – el español en su caso -, pero sí necesita crearse una lengua, en
francés, adaptada a su nuevo contexto histórico, cultural, político, de espacio
y de tiempo. Una lengua que le permita expresarse en primera persona de la
nueva lengua. Porque, como escribe Vicente Mira:
“El exiliado no pierde su idioma, pierde su
lengua y con ella, su universo de discurso. Los sujetos establecen entre ellos
lazos sociales que son lazos de discurso. Así es como vehicular su sentido,
como hacen su realidad de las impotencias e imposibilidades de su deseo y su
goce, y cada discurso es relativo al
universo de donde toma sus objetos.”[48]
En este
“universo” (correspondencia, sentimientos compartidos, compromisos personales
asumidos), Manuel García Sesma – Suzy Valats establecen efectivamente lazos de
discurso, construyendo, para ellos solos, una lengua propia, una lalengua, según la teoría de Lacan, que
los dos comprenden y los dos comparten. Una lengua imperfecta, seguramente, desde
el punto de vista lingüístico. Lo cual, según Vicente Mira[49],
“permite decir más de lo que se sabe, no
saber lo que se dice, hablar para no decir nada. En el campo de nuestra experiencia no podemos hablar de defectos de la
lengua sino de valiosas propiedades del acto de hablar, propiedades que no
pueden ser eliminadas. El análisis suelta lo que el lenguaje mantiene amarrado.”
El análisis es
tan acertado que, de entrada, podríamos afirmar que en esa “imperfección” se encuentra la base de la
lengua autotraducida o del exilio de Manuel García Sesma. De ahí, a nuestro
juicio, su “peligrosidad” y el rechazo que experimenta en algunos casos. Es
peligrosa porque es una lengua que sale directamente del corazón, sin filtros,
a la primera persona. Es rechazada porque ocupa un espacio cultural que pone en
tela de juicio análisis que no trasmiten su mayor cualidad: la emoción de sus
protagonistas[50].
Es evidente, en
fin, que la manera de reaccionar ante el exilio es diferente en cada exiliado.
Y mucho más, seguramente, las personas que, por unos u otros motivos, se
relacionan o viven el exilio de los demás, como sería el caso de Suzy Valats.
Estamos pues
ante una obra desconocida, elaborada en un contexto histórico muy concreto (el
exilio), en el que se entrecruzan dos culturas (española y francesa), dos
lenguas: español y francés, y dos autores: Manuel García Sesma y Suzy Valats.
De esta fusión
de culturas, lenguas y personajes nacerá un conjunto de textos que podrían
perfectamente ser considerados de los dos países y de los dos protagonistas.
Ninguno sobró y ninguno fue fundamental. El resultado: una lengua comprensible
para sus destinatarios (Suzy Valats, otros), que abre las puertas a algo nuevo
y enriquecedor, resultado de un encuentro múltiple y solidario, como expresa.
Boutros-Ghali refiriéndose a la interculturalidad:
“les grandes aires culturelles et
linguistiques constituent, aussi, des espaces privilégiés de solidarité,
lorsqu´ils se rencontrent et s´entremêlent, sont les meilleurs garants de la
démocratie, de la paix et du développement...”[51]
La lengua de Suzy Valats y Manuel García
Sesma constituye, en definitiva, un testimonio evidente de colaboración intercultural
por medio de una lengua que, repitiendo una idea anterior, les permitió a los
dos expresar la tragedia de un exilio que hay que contar siempre en primera
persona.
Conclusión
Quería decir para terminar que Manuel
García Sesma y Suzy Valats vivieron y escribieron el exilio en primera persona,
a la primera persona; y nunca dejaron de ser, durante el resto de sus vidas,
otra cosa que exiliados. El exilio los marcó para siempre.
¿Escribió Manuel García Sesma para, como
dijo Maux Aub, “vivir cuando haya muerto” (Diarios 1939-1975, 234)? A nuestro
juicio, sí. Un escritor como él, un transmisor de ideas, sentimientos, no podía
dejar de dar testimonio de su vida en el exilio. Encontrar a su corresponsal
puede calificarse como un milagro literario y un milagro de la vida. Sólo ella
podía ser capaz de comprender su tragedia y ayudarle a superarla,
comprometiendose para ello el resto de su vida. Como escribe Sartre[52]: “à chaque mot que je dis, je m´engage un peu
plus dans le monde, et du même coup, j´en émerge un peu davantage puisque le
dépasse vers l´avenir. » (a cada palabra que digo, me comprometo un poco más con
el mundo, y de esa manera, emerjo un poco más puesto que lo supero mirando al
porvenir). Sólo él – el recuerdo de aquella aventura literaria y amorosa - podía
ser capaz de ayudarle a ella a vivir dignamente el resto de su vida.
Las cartas, los textos escritos durante
aquel periodo de carteo, siempre a la primera persona, a las dos primeras
personas, a la primera personal del plural, nosotros, constituyen una verdadera
patria literaria. El gran secreto de sus vidas. La historia, recogida en
escritos a dos voces, que ellos quisieron dejarnos contado para que lo
leyéramos.
La literatura
del exilio – y los textos de estos dos personajes lo es – necesita un gran
reconocimiento público. Sólo estudiando, como en este Congreso, el valor real
de esta literatura nos colocamos a la altura de sus protagonistas. Su
testimonio en primera persona, a la primera persona, forma parte del patrimonio
de todos. Su obra no es un accidente del pasado sino algo todavía por descubrir
y valorar. Su patria fue, en este caso que hemos estudiado, la literatura, la
lengua mestiza, la unión entre dos culturas, dos pueblos que luchan cada día
para que la historia no se pare nunca. En
ese sentido, la recuperación de estos testimonios directos, su evocación, su
lectura y su difusión, nos enriquecen a todos, porque sabemos ser justos con su
categoría intelectual y humana.
Yo invito, en
fin, a los que dirigen este Congreso a organizar uno en el que la lengua del
exilio sea el tema central del mismo.
[1]
“ser un ex alguien, venido de alguna parte como consecuencia de una situación
de violencia. Es salir de su isla para convertirse en un personaje cualquiera,
nunca jamás uno mismo, es decir nunca jamás un ser asociado a una tierra.”
[2] GARCÍA SESMA,
Manuel, L´écrivain exilé,
Saint-Maurice-d´Ibie (Ardèche), septiembre 1941. Inédito.
[3] Psicología del campo de concentración, p. 26.
[4] Psicología del campo de concentración, p. 26.
[5]
Psicología del Campo de Concentración, p. 14.
[6] Deportado por la Gestapo. Su carné de
identidad en ese campo era el nº 17568.
[7] « Le
secret de Marceline Desbordes‑Valmore », Albums du CROCODILE, Lyon, nº LXIX, 1945, 27 pp. [E]
[8] Partida de nacimiento: “Suzanne Emilia Valats. Le dix-neuf novembre 1919
à deux heures du soir est né a Gaillac, Rue de la Vie Suzanne. Emilia du sexe
féminin de Valats Albert Henri 42 ans serrurier et de Lacam Louise 40 ans son
épouse sans profession domiciliés à Gaillac Rue de la Vie. Dressé le vingt
novembre 1919 à neuf heures et demie du
matin sur présentation de l´enfant et déclaration fait par le père. En présence
de Benezette Armand pareur et Bousquet Emile charpentier domiciliés à Gaillac
en lecture forte ont signé avec le déclarant et nous Jean Dulaureau adjoint au
Maire de Gaillac, officier de l´état civil.” Se casó el 20 de julio de 1942 con Vianès, René, Adrien, Laurent.,
falleciendo en Castres el 29 de diciembre de 2000.
[9] Montseny, Federica (1978), Seis años de mi vida
(1939-1945). Barcelona: Galba.
[10] GARCÍA SESMA, Manuel, Psicología del Campo de Concentración. Apuntes para un Ensayo, Argelès-sur-Mer
(France), 1940. Inédito.
[12] Diario sentimental de un exiliado, 27 de marzo de 1939, p. 18-19.
Inédito.
[13] Véase la poesía completa en
el Apéndice.
[14] Langue française, terre d´accueil. Pourquoi
choisissent-ils d´écrire en français? Serie de testimonios de escritores extranjeros que, por
una u otra razón, convirtieron a Francia en su país de acogida.
[15] GARCÍA SESMA, Manuel, Diario sentimental de un concentrado, Saint-Cyprien, 20 de abril - 19 de julio de
1939. Inédito.
[16] Carta del 6 de mayo
de 1939.
[17]
“El francés es para mí una compañera fiel, jefe de los fantasmas, guardián
contra los derrapes y la soledad en un país que no es el mío.”
[18]
Una vida aventurera y fecunda, Fitero-84.
[19] “No tienes
que tener miedo en pedirme lo que sea, querido. No tenemos nada que ocultarnos
ninguno de los dos, ¿no es así?” Carta nº 3 de Suzy Valats (23 de mayo de
1939). A. M. F.
[20] Como
portavoz de sus compañeros: denuncia de situaciones injustas.
[21] Carta número 65.
[22] Villeneuve de Berg, le
23 Juin 1942
[23] Carta número 8, 24 de junio
de 1939.
[24] Albi, le 30 Janvier 1940.
[25] “Manolo, he llorado leyendo “à l´ombre d´un ange… He llorado porque eres infeliz, porque sé que
me amas… Te pediría sin embargo una cosa: estas líneas que acabo de escribir,
no las copies en tu “diario”, guárdalas en tu corazón.”
[26] Carta número 47,
Gaillac, 6 de julio de 1940.
[27] Carta número 50,
Cruzi, 9 de septiembre de 1940.
[28] Jacques
Delpierré de Blayac, Le royaume du
Maréchal (Historie de la zone libre), Ed. Robert Laffont, 1975. En ese
libro, según se recoge en Camps du Mépris:
«…Les Allemands s´intéressent aux
réfugiés espagnols de la zone libre. En novembre 1940, ils interdisent le
départ de 500 d´entre eux pour le Mexique.»
[29]« N´aie aucune crainte pour tes
lettres et tes poésies, et "Suzette". Notre correspondance est une chose sacrée pour moi, personne ne la
connaît et ne la connaîtra. Mon mari encore moins que tout autre. Je
mettrai tout ce que je reçois de toi dans un coffret que je garderai avec moi
mais dont la fermeture sera secrète. Jamais, chéri, jamais je n´accepterai de
déchirer ou de brûler tes lettres, tes poèmes, tout ce que tu as écrit pour
moi. Cela est une chose impossible pour moi. Jamais je n´en aurai la
force. J´aimerais mieux tout supporter
si un jour mon mari découvrait notre correspondance, que de lui livrer mon trésor pour qu´il le détruise. Et si je ne veux pas, il n´obtiendra rien de
moi par la force, je te le jure, Manolo chéri.» (Carta numéro 82, Cruzi
le 3 juin 1941).
[31] “Qué felices seríamos encontrándonos por la tarde después del trabajo y
pudiendo charlar de todo lo que nos gusta: poesía, música, literatura,
filosofía, arte…” Carta número 3: 20 de Enero de 1940.
[32] Prólogo al ensayo:
Psicología del Campo de Concentración.
[33] “No llegaré nunca a devolverte los
780 días de espera, 780 días pensando en mí, todas las horas durante las cuales
me has escrito! Afortunadamente te he devuelto 779 días idénticos.”
[34] «Manolo, ánimo. Te quiero, lo sabes. Nunca podré abandonarte. Eres mi consuelo, mi ideal. » Carta número 36 : 30 de enero de
1940.
[35] “Si supieras cuánto te
echaría de menos si de repente ya no pudiéramos escribirnos.”
[36] Carta número 82.
[37] “He
visto sufrir mucho en mi entorno, y esto ha debido ejercer una influencia en mi
carácter… Pero me ocurre más a menudo que antes reflexionar, meditar mucho, en
cualquier momento, pero sobre todo por la noche, en el gran dormitorio sombrío
y tranquilo, antes de dormirme, pienso entonces en todas las personas que amo,
en todos aquellos que se han ido o que se van a ir. Pienso en las separaciones
crueles, a veces incluso imagino la alegría del retorno. Pienso mucho en ti
también. No es natural?”
[38]
Carta número 22.
[40]
«¡Coser para Él.. ! Era el colmo de la
felicidad. Al fin. Había conseguido hacer algo por su amigo
desconocido.»
[41] “Soñaba
que habías salido del campo, que eras libre.” Carta número 18.
[43] Carta número 17.
[44] « Femmes, littérature et exil espagnol de 1939. Une approche.»
(Colloque: « Terre-mère, patries,
pays d´accueil »), Université de Paris XII. http://univ-paris12.fr/creer/TMPPA/textes
/10t.htm
[45] « Es difícil,
en ese sentido, fijar los criterios precisos en función de los cuales un texto
dado presenta o no un interés literario o histórico.” GUSDORF, Georges, « L´acte de naissance des écritures du
moi ? », Les écritures du moi.
Lignes de vie 1, Editions Odile Jacob, Paris, 1991, p. 57.
[46] MELIC, Katarina, “L´exil
et/ou la recherche d´une langue littéraire. Assia Djebar ou le blanc de
l´écriture”. http://www.uwa.edu.au/MotsPluriels/MP1701km.html
[47] MELIC, Katarina, “L´exil
et/ou la recherche d´une langue littéraire. Assia Djebar ou le blanc de
l´écriture”. http://www.uwa.edu.au/MotsPluriels/MP1701km.html
[48] “Exilio y lengua”, www.colpsicolanalisis-madrid.com/textos.php
[49] MIRA, Vicente,
“Exilio y lengua.”
[50] Cita de Machado
[51]
« L´urgence d´un dialogue interculturel », Le Figaro, 17-18 mars 2001.
[52] Qu´est-ce que la littérature, p. 29.
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